Foto: A.R.
Verónica Rojas / Embajadora de Nicaragua
Alberto Rubio. Madrid
Con una larga experiencia como economista a su espalda, la embajadora Verónica Rojas no escatima detalles para explicar los beneficios que aportará el Canal de Nicaragua y niega que su concesión a la empresa china HKND suponga una pérdida de soberanía nacional.
¿Sólo participarán en su construcción empresas chinas?
La Ley 800 establece claramente el objetivo de nuestro gobierno. El comandante Daniel Ortega insiste siempre en que el Canal debe ser multinacional. Está abierto a todas las inversiones. Y lo estamos promoviendo de tal forma que aquellos países, capitales privados o multinacionales que tengan interés, puedan participar.
¿Qué acogida ha tenido esa promoción?
En Madrid hemos hecho tres presentaciones: a la CEOE, al Ministerio de Fomento y a medios de comunicación y empresas. También hemos hecho nueve presentaciones en comunidades autónomas, dada su mayor experiencia en construcción. Pero no sólo promovemos la inversión en la construcción sino otras líneas de desarrollo de Nicaragua, como el fortalecimiento de nuestro sector agropecuario.
Con esta obra, la demanda alimenticia crecerá. Por eso hemos ido a Galicia, Asturias, País Vasco, Barcelona, Almería o Alicante, donde hay procesos agroindustriales que nos interesan para la transformación de nuestros productos. También hemos ido a Italia, Finlandia, Alemania, Bélgica y Reino Unido.
¿Las empresas españolas estarán más interesadas en esos sectores que en la propia construcción del Canal?
Por la experiencia que tiene España en construcción de infraestructuras, tenemos interés en que también invierta en el Canal, de forma directa o mediante la construcción de aeropuertos, puertos, en lo que tienen mucha experiencia. Incluso será útil la experiencia adquirida en la reciente ampliación del Canal de Panamá.
El peso de la construcción lo llevarán las empresas chinas.
No necesariamente, aunque el interés de las empresas chinas está claro. Como lo está el interés de empresas rusas, del Reino Unido…
¿Se ha formalizado ya algún tipo de consorcio?
No puedo asegurar que ya esté constituido, pero si que hay interés en formar consorcio entre Holanda, Bélgica y tengo entendido que Alemania. También se constituirán consorcios similares para los servicios portuarios, de aeropuertos y al desarrollo turístico.
Lo que está claro es que esta obra afectará a toda Centroamérica.
El Canal es de Nicaragua. La soberanía es nuestra. Sin embargo, tenemos claro que estamos en un istmo, en una franja de seis países, donde el bienestar de uno se traslada a los otros. El compañero presidente dice que el Canal de Nicaragua es un complemento del Canal de Panamá.
¿En Panamá no se ve como competencia?
Se han producido algunas declaraciones un poco escépticas. Pero no he escuchado que lo vean como competencia.
Es una obra hercúlea. ¿No temen quedarse a medias en la construcción?
Creemos que el Canal tiene un impacto multinacional que nos asegura diferentes capitales, si bien es cierto que es una obra gigante que nosotros solos nunca pretendimos hacerla. Y esa es la llave del éxito, que el pueblo de Nicaragua sabe que es su obra pero que esto trasciende los beneficios y los actores.
Hace cien años ya se intentó. ¿Cuál es la diferencia ahora?
Tenemos un reto histórico para avanzar en nuestro desarrollo, que llega en un momento distinto al de cien años atrás, cuando fue una decisión externa a Nicaragua y el sueño del Canal se vio truncado. Ahora Nicaragua dirige este proceso.
Pero ahora es China la que controlará el Canal. ¿No hay pérdida de soberanía?
Yo no lo veo así. Hicimos la propuesta a muchos países y en distintos foros. Y la respuesta, sin que aumentase nuestra deuda pública, vino de una empresa de origen chino. No hubo ninguna exclusión. La ley que ampara el Gran Canal demuestra la soberanía de Nicaragua. La administración ya está concedida pero nuestra ley la regula, por ejemplo en el tiempo para la devolución del Canal a Nicaragua.
¿Por qué se le ha dado al Canal rango constitucional?
Porque necesitamos el consenso de la sociedad nicaragüense para dar seguridad a los inversores. ¿Quién querría invertir si no le damos seguridad?
¿Cómo se garantizará la conservación de la fauna y la flora del Lago Nicaragua?
Tenemos el segundo manto acuífero más grande de América y debemos cuidarlo. Pero en las actuales condiciones no podemos. En los últimos 20 años ha habido una fuerte deforestación porque la agricultura se ha incrementado en zonas forestales que no son para cultivo. Con el Gran Canal revertimos el proceso porque estamos cuidando el lago. Y nos aseguraremos de utilizar tecnologías de vanguardia para disminuir los riesgos medioambientales.
¿Ayudará el Canal a mejorar los intercambios entre España y Nicaragua?
Debe hacer más fluido nuestro comercio. Además nuestras leyes de inversión extranjera garantizan incentivos a las empresas extranjeras que se registran como nicaragüenses. Y tenemos un corredor que facilita el comercio hacia Canadá y EEUU. Son ventajas que ofrecemos a los empresarios españoles. Y eso sin contar con el Acuerdo de Libre Comercio con la UE, un gran espacio que no estamos explotando en toda su capacidad ninguna de las dos partes.
SUS FAVORITOS
[col type=»one-third»]
[box style=»0″]UN LUGAR
«El norte de Nicaragua, una hermosa zona montañosa, verde, donde se produce el mejor café».
[/box]
[/col]
[col type=»one-third»]
[box style=»0″]UN LIBRO
«»El umbral de la eternidad» de Ken Follett, para entender la última mitad del siglo pasado y el presente».
[/box]
[/col]
[col type=»one-third last»]
[box style=»0″]UN PLATO
«El Baho nicaragüense, un guiso de carne de res con yuca, plátano y ensalada de repollo y tomate».
[/box]
[/col]