El 3 de septiembre se celebrará un gran desfile militar en Pekín./ Foto: Xinhua.
Alberto Rubio. Madrid
El Gobierno español no enviará ninguna delegación oficial desde España a los actos conmemorativos del 70º aniversario de la victoria de China sobre Japón en la II Guerra Mundial, aunque estará representado por el embajador en Pekín.
España no participó directamente en la II Guerra Mundial, por tanto su representación en los actos previstos para el próximo 3 de septiembre en Pekín se limitará a la presencia del embajador Manuel Valencia, según informaron a The Diplomat fuentes gubernamentales.
China ha programado una serie de eventos para conmemorar el 70° aniversario de la victoria de la “Guerra de Resistencia del Pueblo Chino Contra la Agresión Japonesa”, que culminará con el desfile militar del 3 de septiembre en Pekín, en el que participarán tropas nacionales y extranjeras y se mostrará el armamento más moderno de China, según informa la agencia Xinhua.
También habrá recepciones y una gala en Pekín para conmemorar la ocasión, que también se celebrará en otras partes de China, añade la información de la agencia.
La invitación a numerosos países, entre ellos España, para asistir a esos actos ha causado malestar a las autoridades japonesas, sobre todo por la insistencia del gobierno de Pekín en que Japón pida perdón por la actuación de sus tropas en China durante la II Guerra Mundial.
A pesar de que Tokio ha pedido perdón en varias ocasiones por el “sufrimiento” provocado por su militarismo de los años 30 y 40, ni China ni Corea del Sur consideran que esas disculpas hayan sido lo suficientemente sinceras y completas.
El pasado viernes, coincidiendo con la conmemoración de la capitulación incondicional de Japón (firmada el 15 de agosto de 1945) el primer ministro japonés, Shizo Abe, instó a eximir a las generaciones futuras de tener que seguir disculpándose. Abe señaló que «Japón ha expresado en reiteradas ocasiones sus sentimientos de profundo remordimiento y sus sinceras disculpas por sus actos durante la guerra».
En China, sin embargo, todavía se recuerda con indignación la matanza de entre 150.000 y 340.000 personas en Nankín en diciembre de 1937 y no se pasan por alto detalles como la visita de tras ministras japonesas al controvertido santuario de Yasukuni, en el que se honra a soldados muertos en combate pero también a criminales de guerra.