The Diplomat in Spain

Entre la población de Tinduf se extiende la idea de que la situación empieza a ser insostenible.

Tamara Fariñas. Madrid

La comunidad internacional debe prestar más atención a la región del Sáhara Occidental y hallar una solución porque existe riesgo de que el conflicto «derrape hacia la violencia», según un informe publicado por la Internacional Socialista.

El pasado mes de mayo, el representante del PSOE y ex secretario de Estado de Asuntos Exteriores Juan Antonio Yáñez Barnuevo, director del informe, visitó las partes del conflicto en la región —Marruecos, el Sáhara Occidental y los campamentos de Tinduf, en Argelia— para conocer la realidad de la zona. Tras su visita, alertó en su informe que entre la población de Tinduf se extiende la idea de que la situación ha empezado a ser insostenible.

«Las nuevas generaciones (…) se manifiestan con impaciencia y demandan decisiones tanto a sus dirigentes como a la comunidad internacional», explica en su informe. «Si no se encuentra una respuesta efectiva por la vía pacífica, es de temer que esta creciente impaciencia pueda encontrar una salida por medio de otras vías más arriesgadas e incluso diametralmente peligrosas», añade.

[hr style=»single»]

Yáñez Barnuevo propone una acción de diplomacia preventiva en la región

[hr style=»single»]

Los socialistas dejaron plasmado en su informe su petición para que se busque una solución «de una manera más determinada», un plan que ponga fin al histórico problema del Sáhara Occidental, que hace 40 años, cuando parecía que viviría un proceso de descolonización tras haber sido colonia española, fue invadido por la Marcha Verde marroquí.

En su informe, Yáñez Barnuevo insta a llegar si es necesario hasta el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad en busca de una solución y propone una acción de diplomacia preventiva en la región, mientras se aumenta la asistencia humanitaria a refugiados, se intentan restablecer las medidas de fomento de la confianza y se supervisa el respeto de los Derechos Humanos, tanto en el Sáhara como en los campamentos en suelo argelino.

Pese a que a comienzos de los noventa las dos partes del conflicto llegaron a un alto el fuego, auspiciado por las Naciones Unidas, y a que arrancó entonces una misión para celebrar un referéndum sobre la autodeterminación de la zona, el contencioso continúa y la consulta, que debería haberse celebrado en 1992, nunca tuvo lugar. Ahora, los socialistas en su informen hacen hincapié en que esta votación es «la única vía legítima para la superación del conflicto».