Yuri P. Korchagin, embajador ruso, presentó el concierto conmemorativo.
Juan D. Latorre. Madrid
El embajador ruso en España, Yuri Korchagin, presentó el pasado jueves en su sede diplomática un concierto dedicado a la conmemoración del Día de la Victoria en la Gran Guerra Patriótica, como se llamó en la URSS a la II Guerra Mundial.
Tras recordar que muchos españoles combatieron junto al Ejército Rojo contra los nazis, Korchaguin señalo que “nunca vamos a olvidar a aquellos héroes antifascistas, sean norteamericanos, rusos, polacos, franceses, que lucharon en aquella guerra”. El embajador pidió a los asistentes guardar «un minuto de silencio por los 55 millones de víctimas» de la contienda.
Numerosas fotografías muestran el día a día en el frente durante la guerra.
Asistió al concierto y posterior cóctel una numerosa representación diplomática, encabezada por los embajadores de Austria, Macedonia, Azerbayán, Sudáfrica, China, Eslovaquia, Serbia e Israel, entre otros, y personalidades como el ex ministro de Exteriores español, Marcelino Oreja Aguirre; y el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky; el presidente de Paz y Cooperación, Joaquín Antuña, y la coleccionista de arte ruso, Dolores Tomás.
Los solistas del cuarteto “General-Balalaika” del Conjunto Académico de canción y baile del Ejército del Ministerio del Interior de Rusia interpretaron una selección de canciones del frente de guerra rusas, americanas, italianas y alemanas.
Los solistas del cuarteto “General-Balalaika”.
Para terminar, los asistentes pudieron ponerse en la piel del soldado ruso de la Segunda Guerra Mundial, conocer su ración diaria de alimento y lo que se llamó en España el “saltaparapetos»: los 100 gramos de vodka que se les repartían cada día.