Alfonso Aguilar, director ejecutivo del Latino Partnership for Conservative Principles./ Foto: J.G.
Julio García. Madrid
El director ejecutivo del Latino Partnership por Conservative Pinciples, Alfonso Aguilar, declaró en una entrevista a The Diplomat que «toda la retórica del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sobre la inmigración es una gran farsa”, y añadió que” ha incumplido” las promesas sobre la reforma migratoria en el país que hizo durante la campaña electoral de 2008.
Aguilar, que esta semana participó en Madrid en el seminario “Los retos de la inmigración. Análisis comparado UE-Estados Unidos”, organizado por la Fundación Ciudadanía y Valores, comentó que Obama no sólo no legisla sobre la inmigración, sino que “se gana muchos enemigos” con decretos de regularización de extranjeros (beneficiaría a 5 de los 11 millones de irregulares que viven en EE.UU), y que, además, ha paralizado un juez de Texas.
La reforma migratoria no acaba de llegar a Estados Unidos ante la falta de un verdadero consenso entre republicanos y demócratas que utilizan esta cuestión “como balón político”. A los demócratas no les interesa resolver el fenómeno migratorio “para criticar a los republicanos y ganar votos en el electorado latino”, y a los republicanos más conservadores les “da miedo” esta iniciativa para no perder sus credenciales ante sus seguidores y parte de la opinión pública.
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El director del Latino Partnership por Conservative Pinciples propone una doble valla en la frontera con México
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Ante esta situación, Aguilar, que fue director ejecutivo de la Oficina de Ciudadanía de los EE.UU. en la administración de George W. Bush, propone a los republicanos cinco principios, «consistentes con sus principios conservadores y de libre mercado», para que puedan demostrar que quieren esa reforma legislativa en inmigración, pero que “no es la que el presidente (Obama) quiere”.
Estas cinco propuestas se basan en la instalación de una doble valla en la frontera de Estados Unidos con México, en aquellos puntos más vulnerables a la entrada de inmigrantes irregulares; la implantación de un sistema electrónico para que los patrones puedan comprobar la veracidad de los documentos que presentan los inmigrantes; la creación de un registro de salida del país de estas personas; la creación de un programa circular de entrada y salida de trabajadores extranjeros temporales; y la legalización de los “indocumentados”, con un estatus especial, para que no interfieran en las “colas” de aquellos que desde hace mucho tiempo optan a la obtención del pasaporte estadounidense.