Texto y foto: Antonio Colmenar
Gerona fue la antigua capital de la Marca Hispánica, el territorio bajo control del emperador Carlomagno que iba de los Pirineos al río Ebro y que servía de escudo para que los árabes no atacasen a los francos. La ciudad es en la actualidad uno de los parajes más bellos de Cataluña y tiene la particularidad de estar atravesada por cuatro ríos -Ter, Güell, Galligants y Oñar-.
El más sugerente de ellos es el Oñar, que serpentea la ciudad y sirve de reclamo publicitario para las famosas casas coloridas. Pero Gerona también es famosa por su casco histórico (el Barri Vell), en el que uno parece adentrarse en la Edad Media.
Al este se encuentra el Paseo de la Muralla, un camino que se abre paso por las antiguas murallas carolingias del siglo IX y del bajo medievo (s XIV y XV). Entre sus monumentos destacan el Call, el antiguo barrio judío, uno de los mejor conservados en Europa, y su hermosa catedral, con su grandiosa nave única, la más ancha del mundo en estilo gótico.