Olivos en la provincia de Lecce infectados por la plaga./ Foto: EFSA
Darío Menor. Roma
Alrededor de un millón de olivos de la provincia de Lecce (en el tacón de la bota de la península italiana) está infectado por la Xylella Fastidiosa, una bacteria que acaba matando al árbol y que ha puesto en estado de alarma a todo el sector oleícola italiano. España y Francia siguen con atención las medidas adoptadas para controlar este plaga.
El Gobierno de Matteo Renzi ha puesto en marcha un plan de acción para evitar que la bacteria siga extendiéndose y que supone la tala de los olivos infectados, la drástica solución que la Unión Europea ha exigido a Roma para atajar el peligro de contagio por el área mediterránea. Alarmados por el fuerte impacto económico de esta medida, los agricultores han pedido que se acelere la investigación científica, criticando a Bruselas por no dedicar fondos a los estudios puestos en marcha para acabar con la Xylella Fastidiosa.
Éstos, en cualquier caso, tardarán en ofrecer resultados. “No habrá ninguna terapia en breve, la única arma con que contamos es la tala de las plantas infectadas”, aseguran desde el Consiglio Nazionale delle Ricerche, el centro nacional de investigaciones de Italia. El plan de choque diseñado por el Ejecutivo cuenta con 13 millones de euros, destinados a la eliminación de los olivos afectados, al tratamiento fitosanitario contra los insectos que transmiten la bacteria y la destrucción de las plantas contagiadas en los viveros.
Se ha hecho además una división de la provincia de Lecce entre los territorios afectados y una zona de cordón sanitario establecido a su alrededor para evitar el contagio. El Gobierno se ha comprometido a dedicar 90 millones de euros adicionales en los próximos tres años para superar esta crisis y reactivar la producción de aceite de oliva virgen.
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No se distribuirán ramas de olivo en Semana Santa en Lecce para evitar la difusión de la epidemia
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La epidemia de Xylella Fastidiosa, trasmitida probablemente de plantas ornamentales importadas desde Costa Rica, se produce tras una cosecha especialmente mala. Debido al ataque de la mosca del olivo, la producción fue este año un 35% menor que en el ejercicio anterior. No obstante, Italia sigue siendo una potencia en el sector, pues controla el 20% del total de la UE y cuenta con alrededor de 900.000 empresas dedicadas a la olivicultura, según el consorcio olivarero Unaprol.
La epidemia tiene una consecuencia ulterior inesperada: en la provincia de Lecce podrían no distribuirse esta Semana Santa las ramas de olivo propias de las celebraciones litúrgicas para evitar la difusión de la bacteria.