Turquía aumentará a 18 su número de escaños en la Asamblea Parlamentaria.
Javier Aguilar. Estrasburgo
Turquía se convertirá previsiblemente en gran contribuyente del Consejo de Europa el 1 de enero de 2016. Para ello, tendrá más que duplicar los 13.650.942 euros que aportará en 2015 y acercarse así a lo que pagan al año los cinco grandes contribuyentes: Francia (37.281.238 euros), Alemania (35.415.188), Italia (34.900.364), Rusia (32.805.837) y Reino Unido (31.962.445).
Una mayor contribución otorga automáticamente ciertas contraprestaciones: incremento del numero de escaños de la delegación nacional de diputados y senadores en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), similar aumento de los representantes locales y regionales en el Congreso de Poderes Locales y Regionales, y un aumento de la cuota de los funcionarios del Consejo de esa nacionalidad.
En los primeros días de 2015, el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, entregó al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, una carta en la que le mostraba la disposición de Turquía en convertirse en gran contribuyente el próximo año. Pero le recordaba al tiempo que ello implicaba el incremento de escaños en la APCE de 12 –con los que cuenta también España- a 18, que es el número máximo reservado para los grandes contribuyentes. Jagland, viejo conocido de Çavuşoğlu de cuando éste presidió la APCE entre enero de 2010 y enero de 2012- dio curso al escrito para iniciar el procedimiento en la propia Asamblea y que el Comité de Ministros –órgano de decisión del Consejo que reúne a los ministros de Exteriores o a los representantes permanentes ante la organización paneuropea de 47 estados miembros- se pronunciara sobre las nuevas cifras relativas a Turquía.
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Los actuales cinco grandes contribuyentes ocupan los seis primeros puestos por número de habitantes
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No deberían existir muchos obstáculos para hacer realidad el deseo turco. El criterio de población es determinante para aplicar la contribución anual de los estados miembros. Los actuales cinco grandes contribuyentes ocupan los seis primeros puestos por número de habitantes. Turquía es el tercer país más poblado del Consejo de Europa. Por delante, sólo están Rusia y Alemania.
El interés por aumentar el número de representantes en la APCE radica en que esta Cámara aprueba resoluciones dirigidas a los estados miembros y recomendaciones al Comité de ministros sobre asuntos tan diversos como el aborto, la identidad de género, la libertad de religión, la inmigración, el poder y los medios de comunicación, y, en general, todos los derechos fundamentales recogidos en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Turquía fue en 1949 uno de los estados fundadores del Consejo de Europa; en 1972 ya aumentó en dos sus 10 asientos en la APCE.
Coincidiendo con la solicitud turca, han comenzado las obras para levantar antes de 2018, en el barrio europeo de Estrasburgo, a pocos pasos de las sedes del Consejo de Europa y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, tres edificios de 13.000 metros cuadrados, uno de los cuales será la nueva representación permanente turca ante la organización paneuropea, con una inversión de 35 millones de euros. Algo más de lo que Turquía quiere contribuir a la llamada casa de la democracia europea.