The Diplomat in Spain

En Madrid se dirime el futuro de las tradicionales siglas políticas españolas.

Cristina de la Hoz. Madrid

Peleados, sin candidatos, en crisis. Las estructuras de PP, PSOE e IU en Madrid viven momentos convulsos, que sólo se entienden a la luz de una batalla que les trasciende porque de ella depende el futuro de los principales partidos de este país.

Madrid es escenario de la batalla campal que las principales fuerzas políticas dirimen entre sí y contra ellas mismas. Lo último ha sido el estallido del Partido Socialista de Madrid (PSM) tras decidir Pedro Sánchez el relevo del siempre díscolo Tomás Gómez. Semanas antes, fue IU la que se quedaba sin candidata autonómica por la espantada de Tania Sánchez, próxima a Podemos y pareja de su líder, Pablo Iglesias. El PP madrileño vive con malestar manifiesto el compás de espera impuesto por Mariano Rajoy para la proclamación de sus candidatos a las elecciones locales y autonómicas de mayo, antesala de las generales.

Sería sin embargo reduccionista analizar estos movimientos en clave local o regional porque su trascendencia reside, precisamente, en que en Madrid se dirime el futuro de las tradicionales siglas políticas españolas, bien a efectos electorales, de liderazgo o de simple supervivencia.

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El bastión inexpugnable del PP

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De todas las plazas electorales, Rajoy no se puede permitir el lujo de perder Madrid, santo y seña del omnímodo poder territorial, bastión inexpugnable desde hace veinte años. Ceder Madrid supondría para Rajoy el estigma de presentarse a las generales marcado por la sombra de la derrota, del declive popular.

La candidatura al ayuntamiento es un quebradero de cabeza que el líder del PP ha intentado soslayar hasta el último momento. Todo apunta a que elegirá a Esperanza Aguirre, pero la paradoja reside en que si ésta consigue un buen resultado, Rajoy irá a las generales más reforzado, pero también con el temor de que la baronesa vea en el ayuntamiento una catapulta para intentar emular la “operación Chirac”. En cuanto a la Comunidad, es probable que siga el actual presidente, Ignacio González, aunque el tíquet  Aguirre-González no es bien visto por todos los dirigentes nacionales, que prefieren a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, para la autonomía.

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La eterna aspiración del PSOE

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La decisión de Pedro Sánchez de apartar a Tomás Gómez constituye un gesto de autoridad para intentar reforzar su discutido liderazgo. Pero Gómez, además de no despertar demasiados entusiasmos en Ferraz, pasó de ser el alcalde más votado de España –con resultados superiores al 70 por ciento en la localidad de Parla—a tener una magra cosecha de papeletas en las últimas autonómicas. Y bajando.

En todo caso lo que más ha pesado han sido las sombras de duda sobre su gestión del tranvía de Parla, presunta corrupción que investigan los tribunales por el sobrecoste de una infraestructura de la que puede haber novedades judiciales durante la campaña de mayo.

Como alternativa a Gómez aparece el ex ministro de Educación Ángel Gabilondo, hombre moderado y contemporizador, al que no someterían a unas primarias. Para el ayuntamiento se mantiene la opción de Antonio Miguel Carmona, al que no le ha durado mucho el luto. Ya de paso, Sánchez deja a Susana Díaz y a la ex ministra Carme Chacón sin uno de sus principales aliados para la batalla que se dirimirá en julio: las primarias para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno.

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IU, ante la «opa» hostil de Podemos

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Aquí está en juego su propia supervivencia dado que Podemos le ha presentado una «opa» hostil. Madrid, era el “campo de ensayo” de una estrategia destinada a entregar las estructuras, los cuadros medios y las sedes a la formación que lidera Pablo Iglesias. La mediática Tania Sánchez-Melero se hizo con la candidatura a la Comunidad en un proceso de primarias. De momento, no hay recambio. El conflicto surgió cuando apeló a una convergencia de la izquierda que “borrara” las siglas de IU frente a una dirección regional que defendió la personalidad de esta formación. El conflicto dista mucho de estar resuelto. En la dirección federal de IU no son pocos los que apuestan por esa convergencia, entre ellos, el que va a ser su candidato a las elecciones generales, Alberto Garzón, nacido como líder político al calor de las movilizaciones del 15-M.