El secretario del Foreign Office, Philip Hammond.
Eduardo González. Madrid
El Gobierno de Gibraltar ha asegurado que la próxima visita a Madrid del ministro de Asuntos Exteriores británico, Philip Hammond, forma parte de una gira por todas las capitales europeas «con vistas a las elecciones generales» y a la anunciada intención del primer ministro, David Cameron, de renegociar los Tratados de la UE y que, por tanto, «no puede interpretarse de ningún modo como una reunión bilateral sobre Gibraltar».
El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, anunció el pasado martes en Kiev que se reuniría el próximo 19 de febrero en Madrid para hablar sobre Gibraltar. Asimismo, la ministra de Estado británica de Asuntos Exteriores, la Baronesa Anelay of St Johns, anunció el pasado 28 de enero ante la Cámara de los Lores la intención de Hammond de «visitar pronto España», donde, «ciertamente, podría plantear la política de España sobre Gibraltar», tal como adelantó el pasado lunes The Diplomat.
Según la Oficina de Información de Gibraltar, la postura tanto de Reino Unido como de las autoridades del Peñón «sigue siendo exactamente la misma» que formuló el embajador británico en España, Simon Manley, con ocasión del discurso del ministro principal, Fabián Picardo, en Madrid, «es decir, restablecer el Foro Trilateral de Diálogo y, en la medida de lo posible, celebrar antes las conversaciones ad hoc».
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Asegura que no puede relacionarse «de ningún modo» con el tema del Peñón
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El carácter de la visita de Hammond no es la única discrepancia entre el Gobierno gibraltareño y el entorno de Londres. El Ejecutivo del Peñón mantuvo recientemente una fuerte polémica con el líder del Partido Laborista, Ed Miliband, quien en un artículo publicado el pasado sábado en el periódico The Guardian se comprometió, en caso de llegar al poder, a meter mano a los paraísos fiscales existentes en las Dependencias de la Corona y en los Territorios Británicos de Ultramar. Aunque no se menciona, la prensa británica ha identificado a Gibraltar entre esos paraísos fiscales.
En respuesta, Picardo remitió una «rotunda carta» a Miliband en la que recordaba la pertenencia de Gibraltar a la UE y a la Convención multilateral sobre asistencia administrativa mutua en materia fiscal del Consejo de Europa y la OCDE, razón por la cual el Peñón «cuenta con una exigente legislación y cumple rigurosamente con las normas británicas y comunitarias».