Entrega de despachos de la LXVI promoción/Foto: Borja Fotógrafos-Casa de SM el Rey
Eduardo González. Madrid
La paridad por géneros sigue muy lejos de ser una realidad en la Carrera Diplomática española, en la que las mujeres apenas representan el 22 por ciento del total de sus miembros, un porcentaje que resulta aún más bajo en el caso de las embajadoras, con cerca de un nueve por ciento.
Aunque en los últimos años ha aumentado el porcentaje, el número de mujeres en la Carrera Diplomática es bastante inferior al de hombres debido a que también es mucho menor el número de ellas que se presentan a las oposiciones. Según fuentes diplomáticas, en una oposición no se puede favorecer a nadie y, por tanto, es imposible introducir criterios de paridad sin incumplir las normas. En total, en la carrera diplomática hay 750 hombres y 220 mujeres.
En cuanto a las embajadas, la proporción de mujeres respecto a hombres supera en muy poco el nueve por ciento (once de un total de 118, según los últimos datos oficiales), lo cual es un reflejo de la propia falta de paridad en la Carrera Diplomática, más aún si se tiene en cuenta que para optar a una primera embajada se requieren al menos 20 años de profesión. A la inversa, entre las 118 embajadas extranjeras acreditadas en España figuran más de 20 mujeres.
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Las embajadoras suponen el 9% de los representantes de España en el extranjero
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Según las fuentes diplomáticas, aunque a la hora de elegir a un embajador siempre se busca el perfil más adecuado para cada país, por lo general se tiende a no tener en cuenta el género como criterio para los nombramientos.
Entre los 15 integrantes de la LXVI promoción de la carrera diplomática (la primera que sale de la Escuela Diplomática desde 2011, después de tres años sin ofertas de empleo público), la relación por géneros es de doce hombres y tres mujeres, lo que representa un porcentaje similar a la media global.
Fuera de la Carrera Diplomática, pero dentro del mismo ámbito de Exteriores, el Tribunal de Cuentas advirtió en un informe reciente de que en los centros del Instituto Cervantes se apreciaba en diciembre de 2012 “una desproporción en la distribución por sexos en puestos de dirección”, con un 68 por ciento de hombres y un 32 por ciento de mujeres. No obstante, el informe reconocía “una evolución positiva” desde diciembre de 2009, cuando la proporción era de 82 a 18 por ciento.