Reunión de trabajo de Interpol en Maspalomas./ Foto: Ministerio del Interior
Julio García. Madrid
El aumento del reclutamiento de combatientes en numerosos países para la causa yihadista en Siria e Irak centró ayer en Maspalomas (Gran Canaria) la primera jornada de la Conferencia de Interpol sobre Combatientes Terroristas Extranjeros. Los 125 participantes de 38 países de todos los continentes y cinco organizaciones internacionales analizaron el desafío para desarticular los grupos terroristas yihadistas en los que ya están integrados más de 15.000 personas de distintos países, entre ellas 39 españolas.
A estas cifras, que manejan Interpol y el Cuerpo Nacional de Policía, se suman los 800 combatientes yihadistas “trasnacionales” que tiene fichados la organización internacional que coordina los distintos cuerpos de policía del mundo. El subdirector general de lucha contra el terrorismo de Interpol, Juan Francisco Heras, concretó que sólo de Francia han partido cerca de 1.000 combatientes a defender causas extremistas en Siria e Irak, 500 desde Reino Unido, 250 desde Australia y entre 200 y 250 desde Alemania.
A la policía le preocupa aún más que el tránsito de esas personas a escenarios de conflicto, la posibilidad de que algunos de ellos puedan retornar más radicalizados, con una experiencia de estar en conflictos tan brutales como estos y con más adiestramiento terrorista, según manifestó el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, durante la inauguración de este encuentro.
[hr style=»single»]
La conferencia focaliza su atención en los combatientes que se desplazan a Siria e Irak
[hr style=»single»]
Durante tres días, los participantes intercambiarán experiencias y recopilarán información policial sobre los combatientes en las redes sociales y la desarticulación de redes dedicadas a la organización y facilitación de sus desplazamientos, en particular, las que se ajustan al modelo revelado por casos recientes.
Concretamente, se focalizará la atención en los combatientes que se desplazan a zonas de conflicto de Siria e Irak, la necesidad de contar con un marco legal común y la optimización de instrumentos existentes como las diversas bases de datos de Interpol, especialmente las de terroristas internacionales y la de documentos de viaje perdidos o sustraídos.