Luis Ayllón. Madrid
El Gobierno español está realizando numerosas gestiones para tratar de que la nueva Conferencia sobre Libia tenga lugar antes de que concluya este mes, tal y como se había acordado el pasado 22 de septiembre en Nueva York, según supo The Diplomat de fuentes solventes. Aunque a comienzos de noviembre, se había dado por seguro que la reunión tendría que retrasarse hasta diciembre, por no haber condiciones para reunir a todos los grupos que debían participar, los últimos acontecimientos han hecho que se redoblen los esfuerzos para convocar un nuevo encuentro.
Las autoridades españolas, en coordinación con las estadounidenses y con las de otros países de la región, intentan cuadrar las agendas de los participantes para que tenga lugar la conferencia. En buena medida, estos movimientos tratan de reforzar al enviado especial de la ONU, Bernardino León, que el pasado día 9 salió ileso de un atentado cuando se encontraba conversando en la localidad de Shahat con el jefe del Gobierno libio Abdula Al Thini, una acción detrás de la que podrían estar grupos terroristas afines al Estado Islámico.