The Diplomat in Spain

Foto: JFL/La Razón.

Emilio Ontiveros / Catedrático de Economía

Miguel Cifuentes. Madrid.

“La economía española no está afectada ni por la corrupción ni por la incertidumbre de Cataluña. Crece más que ningún país europeo y está en la mejor posición para salir de la crisis y recuperarse, incluso antes de lo que se pensaba”. Con esta contundencia habla para The Diplomat, Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, analista de la economía internacional y presidente de la consultora AFI (Analistas Financieros Internacionales).

Ontiveros, que ha sido asesor de varios gobiernos en España, advierte que el peligro para  nuestro país es que los países centrales europeos se van acercando peligrosamente al estancamiento. Alemania y Francia tienen crecimientos mínimos e Italia está en recesión,en consecuencia puede terminar enfriando a la economía española, afectar al crecimiento y la recuperación. La falta de un impulso europeo, es lo que lastra a la Eurozona”.

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“El peligro es el estancamiento de Europa, por la obsesión de Alemania con la austeridad”

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El profesor advierte que Alemania debe abandonar la fracasada política de austeridad, impulsar una política de inversión que fomente la demanda agregada, dejar trabajar a Bruselas y al Banco Central Europeo, y dejar de una vez por todas de poner obstáculos a las políticas expansivas.

“Estados Unidos y Gran Bretaña han salido de la crisis y crecen gracias a políticas monetarias expansivas, mientras la Unión Europea corre peligro de estancamiento y japonización (poco crecimiento y deflación) para un largo período de tiempo, si persevera en el error de la austeridad a la alemana”, dice el profesor.

Ontiveros rechaza de plano que España esté condenada a ser un país basado en la construcción y los servicios, principalmente el turismo y como residencia de ancianos europeos.” En modo alguno. Sin desmerecer los ingresos provenientes del turismo en todas su modalidades, la economía española dispone de capital humano suficiente para tratar de incentivar el nacimiento y el desarrollo de empresas en sectores donde ya hay posiciones, como las tecnologías de la información y de la comunicación, la biotecnología, por citar solo algunos donde se han dado casos de éxito”.

El economista  subraya que “sería necesario normalizar las condiciones de financiación de la economía, homogeneizarlas con aquellas donde la vitalidad de este tipo de empresas es mayor (Alemania, por ejemplo). También sería necesario recuperar el tiempo y los recursos perdidos en capital tecnológico y educación, en su acepción más amplia”.

España puede virar hacia un modelo productivo industrial y gran generador de mano de obra que reduzca el drama del paro, pero “cualquier desplazamiento sectorial exige tiempo y no es fácil. Podemos incrementar la presencia de empresas en sectores más intensivos en conocimiento, que contribuyan a modernizar la economía española y a hacerla menos vulnerable. Pero me temo que una parte del desempleo ya es estructural: no será fácil su reubicación”.

Ontiveros no cree el tópico de que Alemania se opone a la reindustrialización del Sur de Europa, para mantener su monopolio industrial en Europa. “Las autoridades alemanas no deberían tanto reindustrializar en sentido estricto, sino de arbitrar mecanismos de inversión paneuropeos para estimular la demanda agregada y permitir el fortalecimiento del mercado único. Priorizar esas inversiones en los términos que define la agenda Europa 2020, modernizando las economías, en definitiva». Ontiveros sospecha que Alemania sigue reticente, como siempre, en esto y en otras muchas cosas.