The Diplomat in Spain

Edificio dañado del aeropuerto de Gaza/Foto: Wikipedia

Eduardo González. Madrid

Pocos días después de que el Gobierno español anunciara en El Cairo un fondo de 36 millones para ayudar a la reconstrucción de la Franja de Gaza, el Congreso de los Diputados rechazó esta misma semana una iniciativa no de ley para que se exigieran daños y perjuicios a Israel por la destrucción del aeropuerto de Gaza, construido hace 16 años gracias, en buena parte, a la financiación española y cerrado dos años más tarde a causa de los bombardeos.

El aeropuerto Yasir Arafat de Gaza se ha convertido en un caso bien emblemático del juego de equilibrios de la diplomacia española en Oriente Próximo. Las instalaciones fueron inauguradas en 1998 gracias a una ayuda de la UE que incluía una importante aportación española de 20,5 millones de euros (casi una tercera parte del total) a través de ocho Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD) concedidos por los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar.

El aeropuerto fue cerrado sólo dos años después de su inauguración a causa de los sucesivos ataques israelíes, que lo dejaron en ruinas. España nunca ha reclamado daños o indemnizaciones a Israel. Una quinta parte de los 4.300 millones de euros concedidos el pasado domingo por la comunidad internacional a la Autoridad Palestina (incluidos los 36 millones de euros de España) estará destinada, precisamente, a rehabilitar infraestructuras como el puerto y el aeropuerto de Gaza.

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El Congreso echa atrás la iniciativa de los grupos de izquierda

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El pasado miércoles, ocho partidos de izquierda del Congreso de los Diputados -Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y las formaciones del Grupo Mixto: Amaiur, ERC, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Nueva Canarias (NC), Compromís-Equo y Geroa Bai-.presentaron una proposición no de ley en la Comisión de Asuntos Exteriores en la que pedían que España demandase a Israel por la destrucción del aeropuerto, una infraestructura «imprescindible para romper el aislamiento que vive la población en la Franja».

La propuesta fue rechazada ese mismo día en la Comisión de Exteriores del Congreso con los votos en contra de PP, PSOE, UPyD y CiU. El PNV se abstuvo en la votación con el argumento de que lo que se debería exigir a Israel es que «participe en la reconstrucción de Gaza», por haber sido «el niño que ha roto el juguete».

Asimismo, todas los partidos, salvo las formaciones firmantes, rechazaron otra propuesta en la que se reclamaba la suspensión del acuerdo de asociación que la Unión Europea tiene suscrito con Israel desde 1995, por considerar que Tel Aviv ha incurrido en una «vulneración flagrante del artículo 2» de ese acuerdo, que obliga a sus firmantes «a respetar los principios democráticos y los Derechos Humanos». Tampoco prosperó -con la abstención del PSOE- una propuesta para que se suspendiera el comercio de armas entre España e Israel por incumplimiento de la legislación internacional relativa a los Derechos Humanos y de las Convenciones de Ginebra.