Foto: Casa Real
Eduardo González. Madrid
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, admitió ayer que el Gobierno «considerará» la posibilidad de implicar militarmente a España contra el Estado Islámico (EI) en el caso de que se lo soliciten los países aliados, pero advirtió de que ve «lejana» esa opción y que es preferible una estrategia de «diplomacia preventiva» que evite una repetición de la «mala experiencia» que supuso la participación en la guerra de Irak en 2003.
«El terrorismo yihadista es probablemente la amenaza más grave, compleja y global a la que nos enfrentamos», un fenómeno ante el que «España no ha permanecido ociosa, ni de brazos cruzados», declaró el ministro en el curso de un desayuno informativo organizado por Europa Press.
En todo caso, explicó, de momento «ninguna nación, ni siquiera España, ha recibido peticiones concretas coordinadas» relativas a las necesidades que se deben cubrir y las posibilidades reales de cada país para combatir al Estado Islámico. En cuanto se produzca la petición, prosiguió, «se considerará», siempre dentro de «la legalidad española, que exige la autorización del Gobierno y de las Cortes y el acuerdo con el resto de las fuerzas políticas». No obstante, precisó, «dudo que en estos momentos ésa sea la petición que nos hagan, no es ahí donde creo que seamos más útiles».
Defiende la «diplomacia preventiva» frente al yihadismo y recuerda la «mala experiencia» de Irak
A juicio de Margallo, aunque la solución militar es «absolutamente necesaria» en estos momentos, España es partidaria de que se desarrollen «operaciones de diplomacia preventiva» que ataquen el problema del Estado Islámico en sus raíces culturales, sociales y políticas.
Asimismo, el ministro de Exteriores recordó la «mala experiencia» que supuso para España su implicación militar en Irak en 2003, debido a que un sector de la sociedad no comprendió el «apoyo político y diplomático» que se prestó a la operación y otra parte de la sociedad no entendió que se retiraran las tropas «deprisa y corriendo» sin contar con los aliados.