Margallo aseguró que la decisión «no ha sido unilateral»./ Foto: JFL/La Razón.
Eduardo González. Madrid.
El Gobierno español se ha unido a la larga lista de países y organismos internacionales que han decidido evacuar a su personal diplomático de Libia a causa del aumento de la violencia entre las milicias armadas en Trípoli, que ha causado alrededor de un centenar de muertos en apenas dos semanas.
La evacuación del embajador y de gran parte del personal, que no supone el cierre de la Embajada, ha sido decidida «tras consultar con los aliados», según informó el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
Desde que comenzaron los incidentes han evacuado sus Embajadas y representaciones países como Estados Unidos, Alemania o China y organismos como la ONU o la Unión Europea, y sólo mantienen plenamente
abiertas sus legaciones Italia y Malta porque disponen «de colonias muy importantes en Libia y posibilidades de evacuación por vía marítima debido a la proximidad que nosotros no tenemos», explicó este jueves el ministro ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.
El Gobierno ha ayudado a evacuar a casi 150 personas desde el pasado 16 de julio. Ese mismo día salieron por carretera hacia Túnez 29 españoles y 15 portugueses. El pasado martes 29 de julio fueron evacuadas 60 personas (37 españoles, nueve familiares directos libios, un familiar directo palestino, diez portugueses y tres polacos) en un avión militar y este jueves salieron de Libia otras personas, entre las que se encontraban el embajador José Antonio Borgallo, 14 empleados españoles de la Embajada, un representante español de una empresa y otros doce ciudadanos extranjeros (tres británicos, dos italianos, dos rumanos, un lituano, un croata, un serbio y dos libios), también en un C-130 Hércules del Ejército español.
«La Embajada sigue abierta, no se cierra, y queda al cargo de un encargado del archivo (en cumplimiento de la Convención de Viena) para atender a los españoles que no han querido salir», precisó Margallo. En Libia residen normalmente alrededor de 150 españoles, algunos de ellos con doble nacionalidad.
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Según Margallo, «no tiene sentido» mantener una Embajada en un país en el que «no hay interlocutor»
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La decisión de evacuar la Embajada «no ha sido unilateral, se ha hecho tras consultar con los aliados», prosiguió el ministro. «Juntos dentro, juntos fuera», añadió Margallo, para quien «no tiene sentido» mantener una Embajada en un país en el que «no existe un interlocutor».
«Me quedo muy tranquilo de que estos funcionarios estén en España y no en Libia corriendo un riesgo absolutamente innecesario», añadió en respuesta al diputado socialista Alex Sáez, quien criticó que se haya evacuado la Embajada cuando nunca se había cerrado la legación «ni en los tiempos del conflicto interno» que acabó con el régimen de Muamar Gadafi en 2011.
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