The Diplomat in Spain

Miguel Carballeda, presidente de la ONCE./ Foto: ONCE.

Julio García. Madrid.

La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) trabaja con ilusión cada día por hacer más visibles a las personas ciegas y discapacitadas en España. “Somos parte del paisaje urbano”, subrayan en esta entidad que se fundó hace ya 75 años. Ahora, esta visibilidad la quieren seguir extendiendo a Europa y Latinoamérica.

El éxito y la clave de esta organización y su Fundación, creada hace 25 años, son lograr la plena autonomía de las personas con discapacidad, pero también garantizar su visibilidad, que deber partir de la convivencia diaria con el conjunto de la ciudadanía. En España, es habitual encontrar ciegos y personas discapacitadas “como uno más” en el empleo, en las calles, en las universidades y en todos los ámbitos públicos posibles.

Ahora, transcurridos esos 75 años desde su creación, su labor en pleno siglo XXI de inclusión social de las personas ciegas y otras discapacidades, impulsando el empleo y la economía social,  es la de profundizar en la extensión de este trabajo en América Latina y la Unión Europea, entre otros lugares del mundo, que valoran un modelo económico y social sostenible, solidario y generador de riqueza para toda la sociedad, especialmente, para millones de personas con discapacidad.

La tarea de la ONCE, dirigida por Miguel Carballeda, es lograr esa visibilidad a través de la eliminación de barreras arquitectónicas, la formación e intermediación laboral y el acceso, en este mundo globalizado, a las nuevas tecnologías.

Recientemente, dirigentes de la ONCE recibieron la visita de una delegación de ciegos de Suecia. Su representante expresó con cierta “envidia” la visibilidad de estas personas en todos los ámbitos de la sociedad y lamentó la situación de “pensionados e inutilidad” en la que viven los ciegos en su país.

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La ONCE tiene un papel activo en más de 25 países

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ONCE y su Fundación, impronta social de Marca España, tiene actualmente un papel activo en más de 25 países, además de los vecinos comunitarios, trabaja en proyectos de educación y empleo en 19 países latinoamericanos, y extiende iniciativas educativas a puntos de Europa que han resultado afectados por conflictos bélicos, como la zona de los Balcanes.

África también cuenta con presencia de esta organización, concretamente con proyectos educativos en los campamentos saharauis, único lugar de este continente donde los niños ciegos están escolarizados, subraya con orgullo la entidad, que, además, desarrolla iniciativas culturales en Marruecos o de empleo en Túnez.

Algunos de los datos que confirman estas acciones fuera de España son los 121.684 niños con discapacidad visual grave escolarizados en América Latina en los últimos cuatro años y los 52.133 adultos ciegos formados para el empleo, muchos de ellos ya trabajando.

El reto de la organización es seguir trabajando en los países en los que ya lo hace y continuar su colaboración con más de 50 países para lograr no sólo la autonomía personal de las personas con discapacidad, sino mantener su permanente visibilidad social y convivencia diaria con el conjunto de la sociedad a la que pertenecen.