Luis Ayllón
Director
En 1972 di mis primeros pasos como aprendiz de periodista en el Norte de Castilla de Valladolid, la ciudad en la que crecí y a la que volví, tras estudiar Periodismo en Madrid, aunque sólo fuera por unos pocos años. De nuevo en Madrid, mi paso por la Agencia Europa Press, entre 1979 y 1989, me permitió tomar contacto con diversos campos del periodismo, hasta recalar en el que desde hace tiempo ocupa mis tareas: la política exterior española.
Durante veinte años trabajé en el diario ABC como Corresponsal Diplomático y ahora lo sigo haciendo como colaborador, lo que me ha permitido viajar a cerca de un centenar de países, siguiendo a Reyes, presidentes de Gobiernos y ministros de Asuntos Exteriores, en sus visitas bilaterales o en su participación en cumbres internacionales por todo el mundo.
Ahora, como editor de The Diplomat in Spain, tratamos de llevar a los lectores noticias de España que tal vez no encuentren en otros medios, pero que, sin duda, resultarán de su interés.
Alberto Rubio
Director adjunto
Nunca pensé en fundar un medio de comunicación. Siempre fui un reportero “de calle”, que es lo que me gusta de esta profesión: estar sobre el terreno, en contacto con los protagonistas y ser testigo de los acontecimientos en primera persona.
Mis primeras crónicas desde el extranjero las envié desde Rabat, sobre la negociación pesquera de 1989, y las últimas también, antes de emprender la aventura de The Diplomat, sobre la ‘Primavera Árabe’ de 2011.
Entre medias fueron desfilando Brasil, Bosnia, Irak, Irlanda del Norte, Kosovo, Kurdistán, El Salvador y unos cuanto países más, incluidos prácticamente todos los de la Unión Europea y América Latina.
También disfruté de dos etapas como corresponsal, en Londres (1994-1997) y Bruselas (1997-1998). Y durante varios años me encargué de informar sobre la política exterior española en el diario La Razón, donde pasé 14 años y medio, después de casi 13 más en los servicios informativos de la Cadena COPE.
Con todo eso y algo más, la única verdad irrebatible de este oficio es que, una vez escrita la crónica de hoy, la que importa es la de mañana. Y eso es lo que hacemos en The Diplomat, día a día.
Eduardo González
Redactor Jefe
He de confesar, de entrada, que mi relación con la profesión periodística ha sido siempre, cuanto menos, peculiar, ya que las actividades que más me han enriquecido personalmente han estado, por lo general, bastante alejados de ella, como el activismo por los derechos humanos, la carrera de Historia o la práctica artística.
No soy, por tanto, un periodista vocacional al uso, pero, pese a todo, llevo casi tres décadas vinculado con esta profesión cuyo mayor estímulo es la convivencia con la «comunidad» de compañeros de otros medios y el placer de empezar cada día desde cero.
Mis comienzos “en serio” llegaron en el verano de 1987, cuando tuve la suerte de entrar como becario en El País. Desde entonces, he pasado por agencias de noticias y comunicación, semanarios (Panorama, El Siglo), la revista de turismo del Diario de Ávila, el diario Ya (de cuyo cierre fui “testigo privilegiado” en 1996) y otras publicaciones sectoriales (las cuatro primeras ediciones del Anuario de la Sanidad, la Medicina y la Salud de El País) o digitales (Sabemos Digital).
No obstante, mi auténtico desarrollo como profesional lo experimenté en la sección de Internacional de la agencia de noticias Europa Press, en la que permanecí casi tres lustros (1999-2013) y de la que salí, como muchos otros, por efecto de la crisis económica y financiera.
En aquellos momentos de confusión, tuve la inmensa suerte de toparme con el gran equipo de profesionales que forman The Diplomat in Spain, con los que aprendo y disfruto cada día y los cuales, por esos misterios de la vida, me aceptan e incluso parece que me valoran.