Hammond y Margallo durante la rueda de prensa/Foto: TD
Eduardo González. Madrid
Los ministros de Asuntos Exteriores español y británico, José Manuel García-Margallo y Philip Hammond, expresaron ayer su deseo de que los grupos de trabajo ad hoc sobre Gibraltar comiencen a trabajar en un “futuro próximo”. No obstante, el jefe de la diplomacia española denunció el “cálculo electoral de Gibraltar” que impide el inicio de las conversaciones.
España ha expresado “con claridad” que no acepta el Foro Trilateral, pero está “completamente abierta a las conversaciones ad hoc”, declaró Margallo durante la rueda de prensa conjunta celebrada con Hammond tras su encuentro en la sede de Exteriores de Madrid, en el marco de una gira del británico por Europa para explicar las propuestas de reforma de la UE.
En estas conversaciones ad hoc, precisó Margallo, participarían los dos gobiernos, las autoridades locales de Gibraltar y las autoridades locales y regionales españolas, además de la Comisión Europea como invitada. Con este formato, explicó, se tratarían asuntos como el paso de la Verja o el Cielo Único, permitiendo “orillar el tema de la soberanía”.
Respecto a los controles en la Verja, Margallo recordó que la legalidad europea obliga a España, como “principio básico”, a “garantizar que no atraviesen por las fronteras europeas los tráficos ilícitos”. Asimismo, el ministro español instó a Londres a retomar, «a la mayor brevedad posible», los compromisos de Reino Unido en la declaración de Bruselas de 1984, que prevén negociaciones bilaterales sobre la soberanía.
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Recuerda que la legalidad europea obliga a España a impedir el contrabando en las fronteras de Europa
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Por su parte, Philip Hammond reiteró el «fuerte compromiso» de su Gobierno con el Foro Tripartito y expresó su preocupación por los controles de la Verja, por las incursiones en “las aguas territoriales de Gibraltar» y por el aplazamiento de la legislación europea de aviación «por culpa de España».
Respecto a otros temas, los dos ministros coincidieron en que no “hay ninguna solución militar” para el conflicto de Ucrania y defendieron “un diálogo franco y abierto entre las partes”. No obstante, Hammond advirtió de que su país “se reserva el derecho a revisar” su decisión inicial de no entregar “apoyo letal” a las facciones ucranianas. Asimismo, ambos advirtieron de que no es posible ayudar militarmente a Libia en tanto no se constituya un gobierno de unidad nacional “que controle el territorio”.