El secretario general de Política de Defensa, Alejandro Alvargonzález/ Foto: Ministerio de Defensa.
The DIplomat. 28/06/2016
Un día después de la victoria en las elecciones generales y con el horizonte más despejado para formar Gobierno, Mariano Rajoy recibió ayer un particular regalo de parte de la OTAN. El noruego Jens Stoltenberg comunicó al ministro de Defensa, Pedro Morenés, que ha decidido nombrar el diplomático español Alejandro Alvargonzález como nuevo secretario general adjunto para Asuntos Políticos y de Seguridad de la Alianza Atlántica, un puesto que a todos los efectos supone convertirse en el número tres de la organización político-militar.
La decisión de Stoltenberg deberá ser ratificada por los aliados en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN del próximo 8 y 9 de julio en Varsovia. Además, supone que un español vuelva a ocupar un cargo de gran relevancia en la organización, algo que no ocurría desde que en 2001 Juan Martínez Esparza fue nombrado secretario general adjunto de Infraestructura, Logística y Planes Civiles de Emergencia.
Alvargonzález es diplomático de carrera y desde enero de 2012 ocupaba el puesto de secretario general de Política de Defensa (Segenpol) tras haber desempeñado el cargo de embajador de España en Bosnia-Herzegovina. España participa en la actualidad en el seno de la OTAN en las misiones de defensa de Turquía, en el contingente aliado en Afganistán, en la agrupación naval permanente y lidera este año la fuerza de reacción rápida de la Alianza.
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El candidato de España lo tenía difícil ya que Francia, Italia y Canadá presentaron candidaturas al mismo puesto
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El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy puso todas sus energías en lograr que saliese victoriosa la candidatura española de Alvargonzález después de que el secretario de Defensa, Pedro Argüelles, tirase la toalla en su intento de lograr un puesto de alto nivel en el seno de la OTAN. El número dos de Defensa aspiraba al cargo de secretario general adjunto para Inversiones dentro de la Alianza Atlántica, pero no participó en las pruebas que exige la OTAN a los candidatos. En julio cumplirá 67 años y entre los aliados hay una regla no escrita que bloquea las candidaturas de personas en edad de jubilación.
Alvargonzález no lo ha tenido fácil para acceder a este puesto ya que contaba con rivales de gran valía. Francia, Italia y Canadá, entre otros países, habían candidatos para el mismo puesto. En el caso italiano, el primer ministro Matteo Renzi se había implicado personalmente ante Stoltenberg para que su candidata lograse el cargo al que aspiraba el español.
Este último tenía en su contra el no haber trabajado nunca en la Alianza Atlántica y el hecho de que España se encontrase con un Ejecutivo en funciones. Con todo, España llevaba una década sin tener representantes en puestos importantes de la OTAN, de modo que los aliados tenían difícil el justificar un doble ‘no’ a las candidaturas españolas.