Baño de las autoridades en Palomares, el 17 de enero de 1966.
The Diplomat. Madrid
El Gobierno español confía en que la visita que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, hará a España el próximo fin de semana sirva para alcanzar un acuerdo por el que Estados Unidos retire la tierra contaminada de Palomares, según fuentes diplomáticas. En enero se cumplirán 50 años de la caída en esa pedanía almeriense de cuatro bombas termonucleares.
España lleva más de diez años urgiendo a Estados Unidos para que saque de nuestro país los 50.000 metros cúbicos de tierra en los que, según los estudios del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, del Ministerio de Economía), todavía hay restos de plutonio, como consecuencia del accidente en el que chocaron en vuelo dos aviones estadounidenses, lo que provocó la caída de las bombas.
La anterior secretaria de Estado, Hillary Clinton, se comprometió a llevar a cabo la retirada, pero los trámites parlamentarios en Estados Unidos y el temor a que s eproduzxcan peticiones similares de otros países, han ido retrasando la decisión. En los últimos meses se han intensificado los contactos entre Madrid y Washington para tratar de alcanzar un acuerdo.
Según publicó el pasado 25 de septiembre El Confidencial, el Departamento de Energía de EEUU presentó el pasado mes de julio a las autoridades españolas un plan de limpieza de los terrenos y comunicó su intención de enviar la tierra contaminada a una instalación militar en el desierto de Nevada.
[hr style=»single»]
EEUU aceptaría llevarse la tierra contaminada al desierto de Nevada
[hr style=»single»]
En la agenda para su entrevista con Kerry, que llegará a Madrid el domingo, día 18, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tiene este tema como prioritario, con el fin de que la visita tantas veces aplazada del jefe de la diplomacia estadounidense no se quede en una mera foto.
En vísperas de unas elecciones generales, para el Ejecutivo de Mariano Rajoy, sería importante sellar un acuerdo político sobre Palomares, en el que Estados Unidos asuma que se llevará la tierra contaminada, aunque luego se detallen los aspectos técnicos y el coste y la duración de la operación.
El interés es mayor porque el 17 de enero se cumple el 50 aniversario del accidente. Y, en cualquier caso, sería uno de los pocos gestos públicos de la Administración de Barack Obama hacia España, a pesar de las facilidades que ha recibido de nuestro país, especialmente en el uso de las bases de Rota y de Morón de la Frontera.