The Diplomat
El Ministerio de Defensa confirmó ayer que España no participará en la operación impulsada por Estados Unidos para garantizar la seguridad del tráfico marítimo en el Mar Rojo, pese a que, inicialmente Washington incluyó a nuestro país entre los aliados que tomarían parte en la misma. Por el contrario, abogó por una misión europea “nueva y específica”.
El anuncio hecho por Estados Unidos el pasado martes de la operación ‘Guardián de la Prosperidad’, destinada a dar respuesta a los ataques de rebeldes hutíes a buques que transitan en el mar Rojo, y la inclusión de España en el grupo de países que la integrarían, causó sorpresa e incomodidad en el Ejecutivo español, porque no había sido contactado por las autoridades estadounidenses.
Defensa ya dijo entonces que España no actuaría unilateralmente, sino que lo haría en coordinación con la UE y la OTAN, pero días más tarde, se supo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez había bloqueado la decisión de la UE para modificar el mandato de la operación naval ‘Atalanta’, contra la piratería en el Océano Índico, en la que sí está España.
La posición española no gustó en Washington y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sacó a relucir el tema en una conversación telefónica que mantuvo el viernes con Sánchez. Aunque éste, al informar de esa conversación en la red social X, no dio cuenta de que se había hablado del asunto, un comunicado de la Administración norteamericana sí lo hizo. El comunicado señaló que los dos mandatarios “destacaron la importancia de garantizar que el conflicto (en Gaza) no se expanda en la región, para incluir la condena de los continuos ataques hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo”.
Ayer, en otro comunicado, el Ministerio de Defensa español aseguró que no existe ningún veto de España a una misión de la UE en el mar Rojo y que nuestro país “es y será siempre un aliado serio y fiable, comprometido con la UE, la OTAN y la ONU”. “El compromiso de España y sus Fuerzas Armadas con la paz es total y absoluto”, agregó.
Asimismo, subrayó que en el marco de este compromiso, cualquier operación con el objetivo de garantizar la seguridad marítima en el mar Rojo, «tiene que ser una misión específica con entidad propia en la que participen las Fuerzas Navales de los países europeos que lo deseen y no una mera extensión de la operación ‘Atalanta'».
En este sentido, recordó que ‘Atalanta’ es una operación contra la piratería en el océano Índico liderada y participada solo por España y que la fragata Victoria es la que está actuando en esta misión.
Por ello, considera «obvio» que «la naturaleza y objetivos de la misión ‘Atalanta’ contra la piratería en el océano Índico, nada tienen que ver con los que se pretende alcanzar en el mar Rojo».
«Es por eso que España quiere preservar la operación ‘Atalanta’, con los objetivos, extensión y alcance actuales al constatarse que la lucha contra la piratería en el Índico, tal y como se está viendo en los últimos días con dos buques pirateados en muy escaso lapso de tiempo, exige la máxima dedicación», afirmó.
Por ello defendió que «para tener la máxima eficacia a la que debe aspirarse en el mar Rojo» es «imprescindible» la creación de «una nueva y específica misión, con alcance, medios y objetivos propios, acordada por los organismos correspondientes de la UE». «Una creación a la que de ningún modo se opone España», precisó el Ministerio.