El ex ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
The Diplomat. 17/11/2016
El Partido Popular tiró ayer la toalla en su intento de que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz presida la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados y busca ya alternativas dentro de la bancada popular para este puesto tan importante dentro de la Cámara baja, según reconocieron fuentes populares a The Diplomat.
El veto de toda la oposición parlamentaria a la elección de Fernández Diez sorprendió al PP, sobre todo la reacción del PSOE, que de decir el lunes que votaría en blanco pasó ayer a amagar con presentar un candidato alternativo que estuviese al frente de la citada comisión parlamentaria de forma temporal hasta que el PP se decidiera por un diputado alternativo a Fernández Díaz.
Tras conseguir un aplazamiento en la votación en la que se debía sustituir a Jesús Posada al frente de la Comisión Exteriores, el PP se plantea ahora esperar a que se forme el Gobierno a todos los niveles –sobre todo en lo que a secretarios de Estado se refiere- para ver qué diputados quedan en el Congreso y quién puede presidir esta Comisión de Exteriores, la de mayor prestigio y visibilidad de puertas afueras.
Hay que recordar que los presidentes de esta comisión reciben un pasaporte diplomático para su actividad parlamentaria en el extranjero. Curiosamente, no hay que descartar que finalmente José Manuel García-Margallo vaya a este puesto, si bien ayer mismo fue elegido para presidir la Comisión de Seguridad Nacional.
El propio Fernández Díaz fue quien abrió la puerta a su renuncia, al asegurar que haría lo que le pidiese su partido porque no quería que su nombramiento causase problema alguno a las filas populares. “Estoy hablando con mi grupo parlamentario, estoy a lo que determine y no voy a poner problemas”, el extitular de Interior, a quien el Parlamento reprobó recientemente por sus conversaciones filtradas con el exdirector de la Oficina Antifraude catalana, Daniel de Alfonso. Finalmente, el PP le colocó al frente de la Comisión de Peticiones, un puesto para el que no se requiere la aprobación del resto de los grupos políticos.