<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El próximo 13 de marzo entrará en vigor para España el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, el acuerdo internacional para proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y las liberaciones antropogénicas de mercurio y sus compuestos. </strong></h4> El <strong>Convenio de Minamata</strong> –cuyo nombre recuerda los graves daños a la salud causados por los vertidos al mar, sin tratamiento previo, de una empresa petroquímica en esta bahía japonesa durante los años cincuenta y sesenta- regula el uso y las emisiones de mercurio (incluido el suministro, el comercio, el almacenamiento y la gestión de los desechos y de los lugares contaminados), prohíbe la apertura de nuevas minas de este producto y obliga a clausurar las que ya existen, entre otras medidas. <strong>El acuerdo fue adoptado en octubre de 2013 en Kumamoto (Japón) bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y fue firmado en esa fecha por 91 países, entre ellos España</strong>. El acuerdo entró oficialmente en vigor en agosto de 2017 después de ser ratificado por 50 países. En la actualidad ya ha sido ratificado por alrededor de 130 Estados y organizaciones. La Unión Europea, como tal, ratificó el convenio en mayo de 2017 (con los únicos votos en contra en el Parlamento Europeo del Frente Nacional francés), tras lo cual la Comisión instó a los Estados miembros pendientes a completar la ratificación. España lo firmó <em>ad referéndum</em> el 10 de octubre de 201, pero hubo que esperar hasta mayo de 2021 para que el Consejo de Ministros aprobase su remisión a las Cortes Generales y autorizase la manifestación del consentimiento de España para obligarse por dicho convenio. Tras su paso por las dos Cámaras, el Rey Felipe VI expidió el instrumento de ratificación el pasado 16 de noviembre. Finalmente, el convenio entrará en vigor para España el próximo 13 de marzo, según publicó esta semana el <a href="https://www.boe.es/boe/dias/2022/01/29/pdfs/BOE-A-2022-1422.pdf" target="_blank" rel="noopener noreferrer">Boletín Oficial del Estado (BOE).</a> Por término medio, la mayor parte de los Estados de la UE ratificaron el texto en torno a 2017. En cambio, <strong>España ha sido el último país de la Unión en unirse al principal instrumento internacional contra las emisiones de mercurio, después de que Polonia, el penúltimo en la lista, lo ratificase en noviembre del año pasado.</strong> La legislación de la Unión Europea relativa al mercurio recoge ya en su práctica totalidad las obligaciones establecidas en el Convenio de Minamata. Por ello, <strong>España se ha encontrado hasta la fecha en una situación anómala, en la que, por una parte, ya estaba obligada por la mayor parte del contenido del convenio a través de la UE pero, por otra, no podía participar en su gestión por su condición de país observador sin derecho a voto en la Conferencia de las Partes.</strong> <strong>Según un informe del Instituto de Salud Carlos III, España es el segundo país de la Unión Europea con mayor contaminación de mercurio en el pescado y la población española tiene diez veces más de mercurio en sangre que la de países como Alemania, Estados Unidos o Canadá</strong>. En España, las principales fuentes de contaminación por mercurio son las centrales térmicas de carbón y las plantas de producción de cloro. Tras convertirse en Estado parte, España podrá obtener ayuda financiera y técnica para enfrentar la contaminación por mercurio y asegurar los controles a la importación de este metal y de productos con mercurio añadido, entre otros beneficios.