Marta Martínez
Gabriel Boric, que asumirá en marzo su cargo de presidente de Chile, tendrá que moderar las expectativas de solución de los problemas del país, según se puso de relieve en un webinar organizado por la Fundación Chile-España y Llorente y Cuenca, en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En el debate, celebrado el pasado martes, participaron Exequiel Silva, socio director de la consultora legislativa Rizoma y exdiputado de Chile por el Partido Demócrata Cristiano; Cecilia Cifuentes, economista de la Pontificia Universidad; y Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales del mismo centro universitario.
A lo largo de las intervenciones, se apuntó que la demanda de mejor calidad de vida es cada vez más alta entre la población chilena que vive en condiciones económicas sensibles e inciertas.
Según Cecilia Cifuentes, tras las elecciones, los tiempos se han vuelto tremendamente desafiantes y esos desafíos se centran mucho más en el campo político que en el económico, aunque en ambos, el escenario es incierto. Cifuentes alabó la designación de Mario Marcel como ministro de Hacienda, señalando que, con ello, el equilibrio de poder se inclinará hacia el centro.
La incertidumbre más importante, añadió, proviene de la discusión constitucional, algo en lo que coincidió también Jorge Sahd, y eso es debido a que va a establecer las reglas a largo plazo de Chile.
Cifuentes insistió en que el Gobierno debe moderar las expectativas en relación con la solución de problemas en el país porque, a pesar de que no son imposibles de resolver, sí son extremadamente complicados e implican procesos de solución a largo plazo.
Cifuentes considera que la inflación en Chile no se puede resolver con una simple redistribución de los recursos y cree que es necesario y fundamental la recuperación del crecimiento del país, para resolver los problemas de fondo como la desigualdad, la polarización política y la informalidad laboral. Indico que, en los sectores de bajo ingreso, en el 10% más pobre, menos del 10% de personas que tienen edad laboral, tienen un trabajo formal.
Exequiel Silva, por su parte, manifestó que estudiantes que salieron a las calles en manifestaciones de 2011 son los mismos que hoy en día han ganado las elecciones.
Recordó que, tras las elecciones, se han mantenido prácticamente los mismos escaños en la cámara de los diputados, donde la izquierda mantiene su representación. Sin embargo, la coalición del presidente electo, Gabriel Boric, no tiene ninguna posibilidad de construir mayoría, la cual es necesaria para realizar las transformaciones que proclamaba en su campaña.
El cambio que Boric quiere introducir en Chile, según Jorge Sahd, es conseguir hacer del país un modelo a seguir para sus vecinos de estabilidad, crecimiento y democracia. Lamentablemente, señaló con pesar, en América Latina la democracia está perdiendo popularidad y la población está dispuesta a tener un régimen no democrático con tal de conseguir estabilidad.
Indicó que el Gobierno de Boric tendrá que enfrentarse a problemas tales como el estrés hídrico, las protestas sociales y violencia, la crisis migratoria -en la cual Chile interviene como el tercer receptor más importante en inmigración de Latino América- y la inversión extranjera.
De acuerdo con Sahd, la inversión extranjera en Chile está totalmente ausente del discurso político, y eso debe cambiar. A su vez, resaltó el auge de China, el principal socio comercial de Chile, y su creciente inversión en sectores estratégicos como la energía y los metales. Apuntó que el Gobierno deberá conjugar la creciente presencia china y su rivalidad con Estados Unidos, que es el segundo socio comercial de Chile.
Sahd coincidió con Cifuentes y con Silva en que 2022 va a resultar un año complejo en América Latina y Chile no va a ser ajeno a ello. Según Silva, Boric ha demostrado capacidad de acuerdo y de diálogo y debe utilizarlo para dar consistencia a su política exterior.