<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI asistirá hoy en Tegucigalpa a la toma de posesión de la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, quien ya afronta su primera gran crisis política antes incluso de asumir el cargo.</strong></h4> El Monarca llegó ayer procedente de Puerto Rico, donde se encontraba desde este pasado lunes con motivo de la celebración del quinto centenario de la fundación de la ciudad de San Juan. El Rey, acompañado por <strong>el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares</strong>, asistirá en el Estadio Nacional Tiburcio Carias Andino, de Tegucigalpa, a la investidura de <strong>Castro, la primera mujer en la historia política de Honduras que llega a la Presidencia.</strong> Aparte, el Monarca aprovechará <strong>su visita a Honduras (la primera como Rey</strong>, ya que estuvo en 2014, como Príncipe de Asturias, para asistir a la toma de posesión de Juan Orlando Hernández) para reunirse con el presidente saliente y con la nueva mandataria y para mantener su tradicional encuentro con la colectividad española residente en el país. Castro, del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), fue elegida en los comicios generales del pasado 28 de noviembre. Sucederá en el cargo a <strong>Juan Orlando Hernández</strong>, quien pondrá fin a dos mandatos presidenciales de cuatro años y a tres períodos consecutivos de gobierno del Partido Nacional. <strong>El Rey representa a España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos</strong>, una tarea que Don Felipe viene asumiendo desde 1996, cuando todavía era Príncipe de Asturias. <strong>Se trata de la séptima participación de Felipe VI en la toma de posesión de un mandatario iberoamericano</strong> desde que es Rey, ya que estuvo en 2018 en la del mexicano Andrés Manuel López Obrador, en 2019 en la del panameño Laurentino Cortizo, en 2020 en las del uruguayo Luis Lacalle Pou y el boliviano Luis Arce y en 2021 en las del ecuatoriano Guillermo Lasso Mendoza y el peruano Pedro Castillo. En todo caso, la toma de posesión de Xiomara Castro llega en <strong>un momento muy turbulento para la vida política de Honduras</strong>, especialmente para el Partido Libertad y Refundación. El pasado martes, el Congreso –elegido en los mismos comicios del 28 de noviembre- abrió su nuevo periodo legislativo con dos juntas directivas paralelas: la apoyada por Xiomara Castro, que fue elegida en la propia Cámara, y la respaldada por varios diputados disidentes de su propio partido, que fue ratificada en un club social a las afueras de Tegucigalpa para evitar encontronazos con los simpatizantes de la nueva presidenta. El motivo de estas discrepancias es la oposición de veinte diputados de LIBRE al acuerdo de gobierno entre Xiorama Castro y el Partido Salvador de Honduras (PSH), que permitió el nombramiento de Luis Redondo como presidente de la junta directiva del Congreso. En respuesta, los parlamentarios rebeldes y otros 44 diputados del Partido Nacional votaron a favor de Jorge Cálix, el candidato que fue ratificado a las afueras Tegucigalpa (en medio de golpes e insultos) mientras la Cámara elegía a Redondo. Castro ha acusado a los disidentes de “traición” y los ha expulsado del partido.