<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Rey Felipe VI defendió ayer en Puerto Rico el papel de España durante el periodo colonial en América, en el que “trajo consigo su lengua, su cultura, su credo” y aportó “valores y principios” que sirvieron de “bases” para “el Derecho Internacional o la concepción de los derechos humanos universales”. </strong></h4> El Monarca <strong>viajó a Puerto Rico con motivo de la celebración del quinto centenario de la fundación de la ciudad de San Juan y hoy se trasladará a Tegucigalpa (Honduras) para asistir a la toma de posesión de la presidenta electa, Xiomara Castro</strong>. El Rey, quien viaja acompañado por <strong>la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Ángeles Moreno</strong>, llegó en la tarde del lunes (noche en España) al aeropuerto de San Juan, donde fue recibido por <strong>el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi; el alcalde de San Juan, Miguel Romero; el secretario de Estado, Omar Marrero; el embajador de España en Estados Unidos, Santiago Cabanas; y el cónsul de España en la isla, Josep Bosch</strong>; entre otras autoridades y personalidades. Posteriormente, el Rey se trasladó a la Casa de España, donde mantuvo <strong>un encuentro con una representación de los residentes españoles en la isla</strong>. La colectividad española en Puerto Rico está formada por alrededor de 8.000 personas, entre las que figuran varios empresarios de larga trayectoria en la isla (algunas empresas ya están en su tercera y cuarta generación de españoles al mando) y un colectivo de religiosos dedicados, sobre todo, a la enseñanza y a los grupos más desfavorecidos. Felipe VI comenzó la jornada de ayer con <strong>un encuentro con Pedro Pierluisi, al que le hizo entrega de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica</strong>. El encuentro tuvo lugar en el Palacio de Santa Catalina, también conocido como La Fortaleza, actual residencia oficial del gobernador de Puerto Rico y que se construyó entre 1533 y 1540 para defender el puerto de San Juan de Puerto Rico. La Fortaleza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Finalizado el encuentro, Don Felipe se dirigió a pie al Convento y Casa de la Salud de las Siervas de María, donde saludó a las Hermanas de la Congregación, y posteriormente se trasladó andando a la <strong>Casa de la Alcaldía, donde mantuvo un encuentro con Miguel Romero, a quien también entregó la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.</strong> Por su parte, el alcalde entregó a Don Felipe la Llave de la Ciudad. Tras la intervención del alcalde, Don Felipe pronunció unas palabras en las que recordó que <strong>“España trajo consigo su lengua, su cultura, su credo; y con todo ello aportó valores y principios como las bases del Derecho Internacional o la concepción de los derechos humanos universales”</strong>. Se trata de “conceptos y elementos que contribuyeron de manera muy importante al inicio de la Edad Moderna a partir de instituciones como la Escuela de Salamanca, integrada por juristas, académicos y religiosos”, añadió. La ceremonia se celebró en la Sala Capitular de la Alcaldía y se retransmitió en directo para todo Puerto Rico y la Costa Este de los Estados Unidos, y finalizó con el desvelamiento, por parte del Rey, de una placa conmemorativa de los 500 años de la fundación de San Juan de Puerto Rico. Horas antes de la llegada del Rey a la isla, varios desconocidos derribaron la estatua de Juan Ponce de León, primer gobernador de Puerto Rico, en El Viejo San Juan, el casco histórico de la capital caribeña. <h5><strong>Encuentro empresarial</strong></h5> A media mañana, el Rey se trasladó al Hotel Sheraton Puerto Rico, donde inauguró <strong>un encuentro Económico y Empresarial Puerto Rico-España</strong>, en el que estuvo acompañado por el gobernador de Puerto Rico y el alcalde de San Juan y en el que tuvieron lugar varias mesas redondas, con participación, entre otros, <strong>del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet</strong>; y el secretario de Estado de Puerto Rico. Finalizadas las mesas redondas, el Rey pronunció unas palabras en las que destacó que <strong>“los empresarios españoles siempre han considerado a Puerto Rico un lugar de encuentro, fraterno y amigable”</strong>, en el que “pueden tener una primera experiencia con el contexto regulatorio y normativo estadounidense, en un país también de habla hispana y con una gran afinidad cultural, algo que fue, y es, determinante para facilitar en buena medida el proceso de internacionalización de nuestras empresas al otro lado del Atlántico”. Tras el encuentro empresarial, el Monarca asistió a una Exposición sobre Juan Ramón Jiménez en la Compañía de Turismo de Puerto Rico, visitó el Museo de San Juan –donde recorrió con el alcalde las exhibiciones enmarcadas en la celebración de los 500 años de San Juan- e hizo entrega a Romero de los documentos fundacionales de la ciudad de San Juan. La jornada concluyó con <strong>una cena de Estado</strong>.