<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La localidad de Faro, capital de la región del Algarve (en el sur de Portugal), acogerá este miércoles la XXXV Cumbre España-Portugal, que tendrá como tema central la gestión compartida del agua y en el que se firmarán los acuerdos para la construcción de dos puentes internacionales entre Alcoutim y Sanlúcar de Guadiana (sobre el Guadiana) y entre Nisa y Cedillo (río Sever).</strong></h4> La Cumbre, cuyo tema central será ‘El agua, un bien común’, contará con la asistencia de doce ministros por parte de España y trece ministros por parte de Portugal, según el programa difundido este pasado jueves por el despacho del primer ministro luso, Luís Montenegro, en su calidad de anfitrión de la cumbre. El encuentro comenzará el miércoles a las nueve de la mañana (una hora más en España) en el Palacio Fialho, en Faro, con una bienvenida militar a Montenegro y al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Tras la tradicional “fotografía de familia”, Luís Montenegro y Pedro Sánchez se dirigirán al Ayuntamiento de Faro, donde recibirán las llaves de la ciudad, antes de mantener un encuentro bilateral en el Museo Municipal de la ciudad. Al mismo tiempo, se iniciarán las reuniones ministeriales bilaterales, con la delegación portuguesa compuesta por trece ministros y la delegación española de doce, en áreas como Asuntos Exteriores, Migraciones, Cohesión Territorial, Educación, Administración Interior, Transporte y Vivienda, Economía e Industria, Trabajo, Medio Ambiente y Energía, Agricultura y Pesca o Cultura. Hacia las doce del mediodía (hora local, una más en España), comenzará el pleno de la XXV Cumbre Ibérica, en la que participarán los dos jefes de Gobierno y el resto de ministros. Una hora más tarde tendrá lugar la ceremonia de firma de los instrumentos jurídicos y la rueda de prensa conjunta de Luís Montenegro y Pedro Sánchez. La Cumbre concluirá con un almuerzo entre las delegaciones. <h5><strong>Gestión del agua</strong></h5> De acuerdo con el Gobierno portugués, el tema central de la Cumbre será la gestión compartida del agua. El pasado martes, Luís Montenegro anunció, en declaraciones a la cadena portuguesa SIC, que en Faro se firmará un “tratado histórico” para la gestión del agua que creará las condiciones para que su país tenga “una política de agua que ponga en valor el medioambiente y que concilie todos los intereses, los de la agricultura, los bosques, el turismo, el abastecimiento para el consumo humano”. El pasado 27 de septiembre, la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y su homóloga portuguesa, Maria da Graça Carvalho, acordaron en Aranjuez la fijación de caudales mínimos diarios para el río Tajo y el establecimiento, por primera vez, de un régimen de caudales de carácter mensual en el tramo final del Guadiana y anunciaron que seguirían negociando sobre estas materias con vistas a firmar un acuerdo en la Cumbe de Faro. Ribera aseguró ese día que España “entiende bien” que para Portugal “uno de los aspectos más sensibles” es la garantía de volúmenes mínimos de referencia en los caudales fluviales. Aparte, el Consejo de Ministros español autorizó el pasado 1 de octubre la firma del Acuerdo entre España y Portugal para la seguridad de la navegación y la náutica de recreo en el Tramo Internacional del Río Guadiana (TIRG) y una semana después hizo lo propio con el Acuerdo entre los dos países sobre la pesca en el mismo Tramo Internacional del Guadiana. <h5><strong>Puentes y ferrocarril</strong></h5> Por otra parte, durante la Cumbre se dará mucha relevancia al tema de las infraestructuras. Precisamente, el último Consejo de Ministros, celebrado el pasado 15 de octubre, autorizó las firmas de los acuerdos entre España y la República Portuguesa para la construcción de dos puentes internacionales, el que unirá las localidades de Sanlúcar de Guadiana (España) y Alcoutim (Portugal) a través del Guadiana y el de las localidades de Cedillo (España) y Montalvão-Nisa (Portugal) a través del río Sever. El objetivo de ambos acuerdos, que se firmarán en Faro y se ajustan a las “Declaraciones Finales de sucesivas Cumbres Ibéricas”, es “mejorar las condiciones para la circulación de vehículos y personas entre los dos Estados, contribuyendo con ello a desarrollar el área de carácter transfronterizo que se encuentra en la Comunidad Autónoma de Andalucía por parte española y la Región del Algarve por parte portuguesa”, según declaró el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Portugal y España ya habían firmado el 4 de noviembre de 2022, durante la Cumbre Hispano-Lusa de Viana do Castelo, el compromiso de construir los dos puentes para 2025. Otro asunto que se abordará en la Cumbre será la puesta en marcha del tren de alta velocidad Sevilla-Huelva-Faro, después de que el pleno del Parlamento andaluz aprobase recientemente una iniciativa del PP en la que se insta a los dos Gobiernos a asumir en Faro un compromiso en este sentido. Por su parte, el Gobierno de Extremadura ha pedido que de la Cumbre salga un compromiso para que las obras del tren de alta velocidad Madrid-Talavera-Extremadura-Lisboa estén finalizadas en el año 2030. <h5><strong>Olivenza</strong></h5> Durante la Cumbre de Faro se abordarán también las relaciones bilaterales en diversos ámbitos y se debatirá sobre asuntos de carácter internacional, como la crisis en Oriente Medio. En todo caso, no se prevé que durante las conversaciones entre las dos delegaciones se saquen a la palestra las polémicas declaraciones hechas el pasado 13 de septiembre por el ministro de Defensa portugués, Nuno Melo, en las que reclamó a España la entrega de la localidad fronteriza de Olivenza (Badajoz) con el argumento de que es un municipio portugués “por tratado”. “Olivenza es portuguesa, naturalmente, y no es ninguna provocación”, aseguró en declaraciones a la prensa desde Estremoz, en Évora, según recogió la agencia portuguesa Lusa. El Gobierno español respondió al respecto que no existe ninguna duda sobre la españolidad de Olivenza y optó por restar importancia a estas palabras, según recogió la agencia Efe. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, declaró que se trataba una opinión personal de su compañero, que el asunto no está en la agenda del Gobierno portugués y que tampoco estará presente en la Cumbre de Faro, y el líder del Partido Socialista, Pedro Nuno Santos, calificó estas declaraciones de “extrema gravedad”, porque podrían tener un “impacto en la política exterior”, especialmente con las relaciones diplomáticas con España, y exigió responsabilidad a Luís Montenegro.