<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recibió ayer en Madrid al enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, dos días después de que el Gobierno de Marruecos diese a entender que, para que haya una reconciliación con España, nuestro país debería, como mínimo, aceptar la propuesta marroquí de autonomía para la antigua provincia española.</strong></h4> <strong>De Mistura llegó ayer a España al término de su primera gira regional</strong> desde que fue nombrado en octubre, en la que visitó Marruecos, el campamento de refugiados saharauis de Tinduf, Mauritania y Argelia y se reunió con los principales actores y autoridades de esos países. Según informó un portavoz de Exteriores a <em>The Diplomat</em>, <strong>Albares trasladó al enviado de la ONU el “completo apoyo de España” </strong>a su labor, al igual que hiciera en su primer encuentro en Roma el pasado mes de diciembre. El enviado especial realizó esta gira a bordo de un avión que las Fuerzas Aéreas españolas han puesto a su disposición. Durante un desayuno informativo organizado ayer por la agencia Europa Press, el ministro evitó pronunciarse sobre las recientes declaraciones del <strong>primer ministro de Marruecos, Aziz Akhnnouch</strong>, en las que dio a entender que si Madrid quiere mejorar sus relaciones con Rabat debería, como mínimo, hacer lo mismo que ha hecho Alemania, que ha calificado la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como “una buena base” para lograr la paz en la zona. Asimismo, sin citar expresamente a España, señaló que el Rey Mohamed VI ha sido claro en sus discursos y que “las relaciones del Reino con otros países se fundamentan en la lealtad y la ambición”, lo cual vale para “aquellos que comprenden la cuestión del Sáhara marroquí y que la respaldan”. <strong>“No quiero minimizar esas declaraciones”, pero</strong> <strong>Akhnnouch “no habló en ningún momento de España, fue un periodista quien lo hizo”</strong>, afirmó Albares. En cambio, prosiguió, “las palabras del Rey Mohamed VI del pasado mes de agosto fueron muy claras sobre el tipo de relación que quiere con España”. El pasado 20 de agosto, el Monarca marroquí expresó su deseo de seguir trabajando con España con el fin de "inaugurar una nueva etapa inédita" en la relación bilateral basada en “la confianza, la transparencia, la consideración mutua y el respeto a los compromisos”. Esas mismas palabras, según Albares, han sido “respaldadas” por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el Rey Felipe VI, quien el pasado lunes aprovechó su discurso en la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en Madrid para instar a Marruecos a “materializar ya” una nueva relación bilateral basada en “pilares más fuertes y sólidos”. Entre los asistentes a la ceremonia se encontraba el encargado de Negocios de Marruecos en Madrid, pero no la embajadora, Karima Benyaich, quien fue llamada a consultas por su Gobierno el pasado el 18 de mayo, en plena crisis diplomática por la acogida en un hospital español, por motivos humanitarios, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. “Me gustaría que regresase la embajadora, pero no depende de mí”, afirmó ayer el ministro, quien reconoció que su agenda no incluye todavía una visita a Marruecos. <h5><strong>Sáhara: “Tenemos la obligación moral de poner fin al conflicto”</strong></h5> En lo que respecta al <strong>Sáhara Occidental</strong> y a la petición de Rabat para que acepte la propuesta de autonomía, Albares aseguró que el objetivo de España es “encontrar una solución a un conflicto que dura décadas y que, más que congelado, está olvidado”. “Al final son vidas humanas, miles de personas sin ninguna esperanza” y, por ello, España tiene el “imperativo moral” de ayudar a poner fin al conflicto. <strong>“España lo que quiere es desbloquear el conflicto”</strong>, pero no puede “hablar en nombre de las partes”, advirtió. <strong>“Queremos una solución política mutuamente aceptable para las partes, y en el marco de la ONU hay resoluciones que ofrecen pistas sobre esfuerzos serios y creíbles, pero son las partes las que tienen que hablar”</strong>, añadió. El pasado lunes, Albares y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acordaron en Washington “ unir fuerzas para resolver un conflicto que ya dura demasiado”, según declaró el ministro. La decisión del anterior presidente norteamericano, Donald Trump, de reconocer la soberanía marroquí sobre el territorio saharaui fue uno de los principales detonantes de la grave crisis diplomática entre Rabat y Madrid.