Hasta el próximo 21 de enero de 2025, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta en su sala 17 la exposición Marcos de colección, instalación de once obras de la colección permanente de los siglos XIV al XVII cuyos marcos, tres de ellos originales, ejemplifican la relevancia artística de este elemento.
Esta muestra, comisariada por Mar Borobia, acoge obras provenientes de España, Francia, Italia, Alemania y Países Bajos que evidencian una amplia variedad de estilos según el período en el que fueron realizados y el criterio de las modas, fundamentalmente del mobiliario, constituyendo siempre un valor añadido a las pinturas a las que acompañan, embellecen y protegen.
Aunque no son numerosos los marcos originales que han llegado a formar parte de la colección, sí se han conservado muchos antiguos de gran relevancia. El propio barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza prestó una especial atención a este singular aspecto del coleccionismo y llegó a solicitar dos estudios de los marcos de su colección en la década de 1980. Los seleccionados para esta exposición muestran una alta calidad técnica y estilística que los convierten en piezas únicas y valiosas en sí mismas y, además, aportan una información adicional que contribuye a conocer de forma más completa el contexto histórico y artístico de las pinturas que encuadran.
Las tres obras que cuentan con marcos originales son el Tríptico portátil de la Crucifixión (hacia 1370-1375), de Lorenzo Veneziano, cuyo marco, denominado arquitectónico, está tallado en la misma tabla en la que el artista pintó la obra e imita el pórtico de una iglesia gótica. En segundo lugar, el Díptico de la Anunciación (hacia 1433-1435), de Jan van Eyck, que se inscribe en la tradición de los retablos del Norte de Europa del Renacimiento y cuya peculiaridad reside en que el artista pintó dos marcos a modos de trampantojo, uno principal de mármol rojizo y otro secundario que simula piedra gris como si fuera mármol o alabastro. Por último, el Retrato de Johann von Rückingen (anverso) y Personaje con escudo (reverso), (1487), de Wolfgang Beurer, que cuenta con una enmarcación característica del Renacimiento alemán y cuya decoración pictórica en los largueros laterales indica que fue realizada ex profeso para el cuadro.