La actriz y escritora de ascendencia china Yan Huang ha presentado su primer poemario Crecer como hierbas salvajes, que abre la colección Lenguas Bífidas de La Parcería Edita.
Este es un libro de iniciación, casi un rito de paso, que libera a la autora de las apretujadas normas de una lengua que intenta imponerse y le permite aflorar su verso desde ese pensamiento bífido que traspasa fronteras y se convierte en fluido. La mujer que duda, la mujer que se mira y cuestiona su alrededor, que imagina y reconstruye el mundo en su cabeza, sobre todo en tiempos de insomnio. La mujer fuerza, incertidumbre, cuerpo, palabra, es esa mujer la que aparece en los textos de Huang.
La liminalidad, un término derivado del latín «limen» que significa «límite» o «umbral», implica un estado intermedio, que puede ser físico o mental. Esta liminalidad, que la autora Yan Huang explora en este libro, es un estado de transición y transformación, un momento crucial del cambio. Es un espacio de flujo constante donde las personas se mueven sin adherirse plenamente a un lugar o a una identidad. Es el umbral hacia el destino deseado, la salida del lugar que se deja atrás, un punto suspendido entre el pasado y el futuro. Este concepto ilustra la posición del viajero, del explorador de mares, tierras o cielos, en sus momentos de búsqueda de nuevos horizontes o de escape de realidades asfixiantes.
La maleta, símbolo universal del viajero y del migrante, encarna tanto el peso del «bagaje» llevado consigo como la esperanza y la riqueza de experiencias que acompañan a quienes deciden emprender un nuevo rumbo. A corto plazo, persiste la tentación de disipar la incomodidad que suscita la presencia del «otro» con la simple frase de «¡vete a tu país!» -una expresión arraigada como un mal hábito- que se emplea de forma impulsiva y simplista cuando el «otro» no se ajusta a la imagen o al papel esperado.