Conocer y disfrutar de la capital de Mallorca, y también de toda la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, siendo en la actualidad uno de los puntos más interesantes para visitar en esta parte de la geografía del Mediterráneo, es toda una delicia para los sentidos. La variedad de rincones dignos de ser descubiertos, en esta que es la ciudad más grande de la isla, dejará sorprendido gratamente al turista que quiera conocer un poco sobre la cultura, la historia e idiosincrasia de este pueblo.
La mejor forma de conocer los muchos lugares de interés, además de ser la más económica, es un free tour como el que se puede reservar con esta web, ya que es una de las opciones más recomendables, según los que ya han utilizado este sistema, tanto por la experiencia y profundidad de detalles que ofrece el guía, como por el trato amigable del que hace gala.
Con uno de estos guías locales, el turista quedará plenamente informado de estos rincones de la ciudad que no hay que perderse bajo ningún concepto.
El casco antiguo de Palma
Fabuloso y enigmático laberinto de calles, estrechas y empedradas, que susurran historias y enamoran a cada paso. Se trata de un espacio que aún conserva su esencia medieval, con magníficos representantes de su pasado real, majestuosos edificios históricos, patios interiores y plazas escondidas. El aroma de tiempos pretéritos se confunde con el sonido de los niños jugando en las calles, contribuyendo al despertar de unos sentidos que creemos dormidos.
La Catedral
Popularmente conocida como La Seu, la Catedral de Santa María de Palma es inconfundible, uno de los monumentos emblemáticos de la capital. Su construcción data de los siglos XII, XIV, XV, XVI y XVII, nada menos que cinco siglos para una construcción que destaca por su imponente fachada y fabuloso rosetón, uno de los más grandes del mundo.
Una vez en su interior, se apreciarán obras de arte de gran valor. Entre otros artistas que contribuyeron a lo que es hoy día, cabe mencionar al modernista catalán por excelencia, Antonio Gaudí, o al más contemporáneo artista mallorquín, Mikel Barceló, que se encargó de diseñar la capilla del santísimo.
La Almudaina
La antigua fortaleza musulmana, convertida en residencia real tras la conquista cristiana, es uno de los edificios que hay que visitar para poder afirmar que se ha estado en Palma de Mallorca. La localización de este Palacio Real es muy fácil, ya que se ubica junto a la catedral. Su aspecto es muy hermoso al combinar magistralmente elementos arquitectónicos cristianos e islámicos. A día de hoy, se usa como residencia oficial para Felipe de Borbón en sus visitas a Mallorca.
El Barrio Judío
Conocido simplemente como “Call”, es una zona histórica de especial interés por haber sido hasta el siglo XV hogar de una próspera comunidad judía. Al pasear por sus estrechas calles se observan diferentes símbolos hebreos y restos de antiguas sinagogas. Es, para muchos, un lugar lleno de misterio donde aún se respira el ambiente intercultural de antaño.
Otros lugares que merecen visitarse en esta ciudad son la iglesia de Santa Eulalia, el edificio del Consistorio, la Plaza Mayor, la Plaza de España, el castillo de Bellver, el Paseo del Borne, los baños árabes, la fundación Pilar y Joan Miró, el museo de arte moderno y contemporáneo Es Baluard, el Mercado del Olivar, la playa de Palma, el Pueblo Español y el Parque de la Mar.