Eduardo González El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aplaudió ayer el nombramiento del diplomático español Javier Colomina para el cargo Representante Especial del Secretario General de la OTAN para la Vecindad Sur, una decisión que ha indignado al Gobierno italiano de Giorgia Meloni y que, según el ministro, se justifica por el “liderazgo” de España en el flanco sur. El secretario general, Jens Stoltenberg, anunció ayer oficialmente el nombramiento de Javier Colomina, un hombre de su entera confianza que ejercía, hasta la fecha, los cargos de subsecretario general adjunto de la Alianza para Asuntos Políticos y Política de Seguridad y de Representante Especial del secretario general para el Cáucaso Meridional y Asia Central. “Las regiones de Oriente Medio, África del Norte y el Sahel son importantes para nuestra Alianza. Javier Colomina tiene una amplia experiencia en el trato con socios de la OTAN. Su nombramiento fortalecerá aún más el importante trabajo de la OTAN en el Sur”, declaró Stoltenberg. La creación del cargo de Representante Especial del Secretario General de la OTAN para la Vecindad Sur se enmarca en el Plan de Acción para el flanco sur acordado durante la reciente Cumbre de la Alianza Atlántica, celebrada en Washington los días 10 y 11 de julio. Como Representante Especial para la vecindad meridional, Colomina actuará como punto focal de la OTAN para la región y será responsable de coordinar y mejorar la visibilidad de los esfuerzos de la Alianza Atlántica en el sur y de fortalecer el compromiso con los socios de la región. “Aplaudimos el nombramiento del español Javier Colomina como Representante Especial de la OTAN para la Vecindad Sur”, declaró Albares a través de la red social X. “España ha liderado la presencia del flanco sur en el Concepto Estratégico, y el mayor compromiso y cooperación de la Alianza con la región”, añadió. Por su parte, Javier Colomina escribió a través de la misma red social que su nombramiento representa un “honor”. “Esperamos coordinar y mejorar la visibilidad de los esfuerzos de la OTAN en el sur y fortalecer la asociación de la OTAN con la región”, añadió. El nombramiento de Javier Colomina ha indignado al Gobierno italiano, que había mostrado un gran interés por hacerse con este puesto. Durante la Cumbre de la OTAN, Italia propuso hasta tres nombres para el cargo y la propia primera ministra subrayó, ante el resto de líderes de la Alianza, el papel de Italia en la promoción de “la atención al flanco sur de la Alianza”, en la estrategia para el norte de África y en la contención de la inmigración. Por ello, la noticia, que llegó el pasado miércoles a Roma, fue recibida con indignación en el Palazzo Chigi, que de forma inmediata envió a sus delegados a la sede de la OTAN en Bruselas para protestar formalmente. Según informo el diario trasalpino ‘Il Foglio’, el representante permanente de Italia ante la OTAN, Marco Peronaci, envió el mismo 17 de julio una carta a Stoltenberg en la que explicaba que “las autoridades italianas se han enterado de esta decisión con gran sorpresa y decepción” y advertía de que, “para ser eficaz, la política de la OTAN en el sur necesita un enfoque renovado, no un cambio de marca”. Asimismo, aun reconociendo la potestad del secretario general para decidir sobre este tipo de cargos, “Italia señala que esta decisión estratégica se ha tomado al final de su mandato (de Stoltenberg) y sin una consulta adecuada con los aliados”. El Gobierno de Meloni ha dado instrucciones a Peronaci para que informe oficialmente a los líderes de la OTAN de que, en la carta de nombramiento de Colomina, Stoltenberg se refiere a él como “mi representante especial”. De ello se deduce, según Italia, que “este nombramiento debe considerarse temporal a la espera de cualquier decisión que el secretario general”, es decir, Mark Rutte, “quiera tomar” cuando asuma su cargo en octubre.