The Diplomat
La Comisión Europea pidió ayer explicaciones al Gobierno de Argelia por las trabas a las inversiones y exportaciones que encuentran desde 2021 empresas de varios países de la Unión Europea, incluido España; un paso que supone poner en marcha el mecanismo de disputas bilateral y que, en última instancia, puede llevar a la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la UE y Argelia.
El Ejecutivo comunitario acusó a Argelia de incumplir el Acuerdo de Asociación entre ambas partes y buscará encontrar con las autoridades del país norteafricano una «solución mutuamente satisfactoria» para resolver el asunto, informó la institución en un comunicado.
El paso dado ayer implica la apertura de consultas entre los equipos comerciales de ambos lados y, en caso de no lograr un acuerdo, la siguiente etapa sería la puesta en marcha de un panel de arbitraje. En última instancia se podría adoptar la suspensión del acuerdo, que está en vigor desde 2005.
El portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, concretó en una rueda de prensa la lista de restricciones impuestas por Argelia que la UE quiere resolver en esta disputa, entre ellas las que aplica sobre las exportaciones e importaciones de bienes y los movimientos de capital con España.
Aunque las restricciones a la UE comenzaron antes, las relaciones diplomáticas entre Argelia y España, entraron en crisis en marzo de 2022, después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez mostrara su respaldo a la propuesta del Gobierno de Marruecos para la autonomía del Sahara Occidental.
De hecho, en la lista de trabas comerciales que aplica la parte argelina y que la UE quiere resolver en las consultas está también la prohibición de importar productos de mármol y cerámica, que afecta a muchos exportadores españoles.
Sin embargo, el portavoz comunitario insistió en que las restricciones no afectan sólo a España puesto que la lista de Estados miembros que las sufren es «más amplia». No quiso precisar si Bruselas ha dado el paso de lanzar la disputa a petición de España, argumentando que la institución está «en contacto en todo momento» con los Veintisiete.
Además de las restricciones anteriores, Bruselas cuestiona el sistema no automático de licencias de importación que gestiona el Ministerio de Comercio argelino, y en el que «las importaciones no tienen lugar con las condiciones de liberalización fijadas en el Acuerdo de Asociación» porque las peticiones de los exportadores europeos o no son resueltas o se conceden con «retrasos significativos».
La Comisión critica el requisito de contenido local de al menos el 30 % para fabricación de coches, el límite del 49 % a la propiedad extranjera de empresas que importan bienes a Argelia, la no aplicación de las cuotas comerciales acordadas en el acuerdo y la obligación a los importadores de reorganizar sus estructuras en empresas más pequeñas dedicadas en exclusiva a actividades homogéneas.
El Ejecutivo comunitario denuncia, en resumen, la política «general» que desarrolla Argelia para sustituir importaciones por producción local».
Según datos de la Comisión Europea, el valor total de las exportaciones europeas al país africano ha descendido desde los 22.300 millones de euros de 2015 hasta los 14.900 millones del pasado año.
Es la segunda vez que la UE abre un mecanismo de disputa con Argelia en virtud de dicho acuerdo, puesto que en junio de 2020 abrió el primero por el aumento de aranceles y el veto a las importaciones de coches europeos decretado por las autoridades argelinas, que fueron eliminados en el marco de aquellas consultas «constructivas».
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas por Europa Press no entraron a valorar la decisión adoptada por la Comisión. Tan solo, señalaron que el Gobierno siempre defenderá a las empresas españolas» con intereses en Argelia, al tiempo que reiteraron el deseo de «tener las mejores relaciones comerciales» con el país magrebí.