<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Nadia Calviño, participará esta semana en el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros, en el que, además de la reforma del marco de gobernanza económica, podría abordarse el relevo en la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), a la que opta ella misma.</strong></h4> Este lunes se celebrará en Luxemburgo la reunión del <strong>Eurogrupo</strong>, en el que los ministros de Economía y Finanzas intercambiarán impresiones con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, sobre las perspectivas y los riesgos mundiales. Asimismo, los ministros abordarán el futuro de los mercados financieros y de capitales europeos, prepararán la próxima Cumbre del Euro, analizarán las prioridades de la zona del euro con respecto a los planes de recuperación y resiliencia y a la aplicación de las recomendaciones para la zona del euro, examinarán los avances del proyecto del euro digital y harán balance de las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial en Marrakech. Mañana se reunirá el <strong>Consejo de Asuntos Económicos y Financieros</strong>, cuyo principal objetivo es avanzar hacia la consecución de <strong>una orientación general sobre la reforma propuesta del marco de gobernanza económica</strong>, un conjunto de normas comunes para las políticas fiscales y económicas nacionales que se aplican a todos los Estados miembros y que sirven para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y fomentar la convergencia, abordando al mismo tiempo los desequilibrios macroeconómicos. Asimismo, los ministros cambiarán impresiones sobre la situación actual de la aplicación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, mantendrán un cambio de impresiones sobre las repercusiones económicas y financieras de la agresión de Rusia contra Ucrania, tratarán de aprobar unas Conclusiones sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático con vistas a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CP28) y abordarán la lista revisada de la UE de países y territorios no cooperadores a efectos fiscales, entre otros asuntos. <h5><strong>El BEI</strong></h5> Aunque no figura en el orden del día, n<strong>o se descarta que durante el Consejo se vuelva a abordar el nombramiento de la persona que, el próximo 1 de enero, sustituirá al alemán Werner Hoyer como presidente del BEI. Nadia Calviño figura entre las favoritas para conseguir el cargo</strong>, pero la lucha se muestra especialmente complicada. Su principal rival es la vicepresidenta y comisaria europea de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, quien pidió recientemente una excedencia temporal en la Comisión Europea para centrarse en su candidatura, pero hay otros tres candidatos: la polaca y vicepresidenta del BEI Teresa Czerwinska, el exministro italiano vicegobernador del Banco de Italia Daniele Franco y el sueco y también vicepresidente del BEI Thomas Östros. A mediados de septiembre, los 27 Estados miembros optaron por aplazar la votación a la espera de que se alcanzase un mayor consenso, <strong>en contra de los deseos de Calviño de que la votación se efectuase durante la reunión informal del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin), que se celebró por esas fechas en Santiago de Compostela, capital de Galicia, su tierra natal</strong>. Por entonces, ya se adelantó que la decisión <strong>podría aplazarse a la siguiente reunión formal de los ministros de Finanzas de la UE, que es, precisamente, la que se celebra esta semana en Luxemburgo.</strong> Para conseguir la presidencia del BEI se precisa el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembros. Dado que la participación de cada Estado miembro depende de su peso económico en la UE en términos de PIB, <strong>para conseguir el cargo es imprescindible contar con el apoyo de las tres grandes potencias económicas de Europa y principales accionistas del banco, con sede en Luxemburgo: Alemania, Francia e Italia</strong>. España cuenta con el 11% del accionariado y estos tres países poseen el 19% cada uno. La suma de los cuatro países aseguraría, por tanto, el 68% necesario, al margen de lo que vote el resto. Según fuentes consultadas por el diario <em>El Mundo</em>, <strong>los grandes países todavía no se han pronunciado</strong>. Italia tiene un candidato propio, aunque con pocas opciones; Francia podría apoyar a Nadia Calviño, tras las discrepancias de los últimos años entre el presidente Emmanuel Macron y Margrethe Vestager; y el canciller alemán, Olaf Scholz, parece apoyar a la española, pero su ministro de Finanzas, y socio clave en el Gobierno de coalición, prefiere a su colega liberal danesa. El hecho de que las dudas coincidan con las negociaciones sobre las reglas fiscales, en las que Alemania se ha mostrado como el negociador más duro, aporta una buena baza a Berlín para presionar o. para vender caro su voto, añadió el diario madrileño. El BEI, fundado en 1958 tras la entrada en vigor del Tratado de Roma que constituyó la Comunidad Económica Europea (CEE), constituye el principal brazo financiero de la UE y es uno de las mayores entidades de desarrollo a escala mundial. Tanto si gana Calviño como si lo hace Vestager (las dos principales candidatas), se trataría de la primera mujer al frente de la entidad desde su fundación hace 65 años. <strong>Para Calviño, esta candidatura es especialmente relevante tras sus fallidos intentos por dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la marcha de Christine Lagarde al Banco Central Europeo (BCE) y por presidir el Eurogrupo, formado por los ministros económicos de la zona euro.</strong>