<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció ayer una nueva aportación de siete millones de euros a Ucrania para equipar refugios en escuelas, proporcionar clínicas móviles para neonatos y atender a las víctimas de la violencia sexual y el envío de 24 toneladas de ayuda humanitaria para los afectados por el bombardeo de la presa de Kajovka.</strong></h4> Albares hizo este anuncio durante su intervención por videoconferencia en <strong>la segunda Conferencia Internacional sobre Recuperación de Ucrania </strong><strong>(UCR 2023), que se celebra desde ayer y hasta hoy en Londres</strong> y en la que participan presencialmente, por parte española, <strong>el director de la Agencia española de cooperación internacional para el desarrollo (AECID), Antón Leis, y representantes de una decena de empresas españolas. </strong> En el vídeo, el ministro asegura que España va a “seguir apoyando a las autoridades ucranianas tanto tiempo como sea necesario” y recuerda que <strong>nuestro país ya ha aportado 250 millones de euros para la recuperación de Ucrania</strong> desde que comenzó la invasión rusa, en febrero de 2022. Esta ayuda, prosiguió, incluye <strong>“un nuevo compromiso de siete millones de euros que anuncio hoy para equipar escuelas para refugiados, apoyar a víctimas de violencia sexual y proporcionar clínicas móviles para neonatos”. </strong> Concretamente, la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID tiene previsto destinar siete millones de euros adicionales a Ucrania para equipamiento de refugios en escuelas ucranianas en colaboración con UNICEF (1,5 millones de Euros), apoyo a la salud sexual y materno-infantil mediante la adquisición de 30 incubadoras móviles para salvar las vidas de bebés nacidos prematuramente, especialmente en las zonas recientemente liberadas, y apoyo a mujeres víctimas de violencia sexual en Kherson y Kharkiv, en colaboración con el Fondo de Naciones Unidas para la Población (FNUAP, 1,8 millones de Euros). Asimismo, esta partida incluye contribuciones a los llamamientos humanitarios de Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, 1,2 millones de Euros), el Alto Comisionado de Ayuda al Refugiado (ACNUR, un millón de Euros) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR, 1,5 millones de Euros), centrados en protección y apoyo a víctimas, desplazados y refugiados. Albares anunció también ayer el envío de <strong>24 toneladas de ayuda humanitaria para asistir a los afectados por el bombardeo de la presa de Kajovka </strong>(concretamente, materia de agua, saneamiento e higiene y refugio que se distribuirá en Ucrania durante los próximos días en colaboración con el Mecanismo Europeo de Protección Civil, según precisó la AECID) y aseguró que las empresas españolas están dispuestas a “aportar su experiencia” en materias como agua y saneamiento, infraestructuras y energía “mano a mano con los empresarios ucranianos”. El 6 de junio, un ataque ruso destruyó la presa Nova Kajovka, en el sur de Ucrania. 22 asentamientos con más de 843 viviendas quedaron completamente inundados y fue necesario evacuar a 2.783 personas de esta zona. Además, la rotura de la presa ha dejado sin acceso a agua potable a más de 700.000 personas y compromete el normal funcionamiento de la central nuclear de Zaporiyia y pone en peligro más de 600.000 hectáreas de cultivos. <strong>Con estas nuevas actuaciones, según la AECID, la acción humanitaria española a Ucrania superará este año los 46 millones de euros</strong>, puesto que el nuevo programa de respuesta se une a los casi 39 millones de euros aportados el año pasado por el Gobierno, Comunidades Autónomas y entes locales. Esta cifra es la mayor respuesta humanitaria en emergencias para un solo país en la historia de la Cooperación Española. <h5><strong>La conferencia</strong></h5> La conferencia de Londres -organizada por Reino Unido y Ucrania y que reúne a un millar de participantes entre líderes políticos, empresarios y representantes de la sociedad civil de 60 países- contó con la participación telemática del <strong>presidente ucraniano, Volodímir Zelenski</strong>, quien aseguró que su Gobierno ha emprendido reformas internas con el objetivo de ofrecer “la confianza” que necesitan los inversores extranjeros para contribuir a la reconstrucción de su país. Según las estimaciones del Banco Mundial (BM), el coste de la reconstrucción de Ucrania ascendía, un año después del inicio de la guerra, a 411.000 millones de dólares (376.000 millones de euros), mientras que las necesidades de inversión para 2023 son de unos 14.000 millones (12.810 millones de euros). Aparte, <strong>el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal</strong>, ha pedido ayuda al BM para evaluar los daños causados por el “horrible atentado terrorista perpetrado por las fuerzas rusas” contra la presa de Kajovka, en el sur, y anunció que Ucrania ha elaborado un plan de cinco etapas para establecer las prioridades y garantizar un proceso de inversión “transparente”. Por su parte, <strong>el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak</strong>, instó al sector privado a aprovechar las oportunidades de inversión que existen en Ucrania “incluso ahora” y advirtió de que “Rusia debe pagar” por las destrucciones causadas por la guerra, pero para ello, advirtió, es necesario que Gobiernos y empresas impulsen la recuperación del país y se comprometan a invertir “en el momento adecuado”. <strong>El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken</strong>, coincidió con Sunak en que, pese a los esfuerzos de varios países e instituciones financieras, “solo el sector privado puede movilizar el nivel de inversión necesario para satisfacer las necesidades de Ucrania” y para que pueda “prosperar como un país independiente plenamente integrado en la Unión Europea”.