<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno facilitó ayer a Óscar Puente la posibilidad de disculparse por las palabras que pronunció sobre el presidente de Argentina, Javier Milei, en las que le acusó de “ingerir sustancias”, provocando un conflicto diplomático, pero el ministro de Transportes no lo aprovechó para disculparse. A lo más que llegó Puente es a decir que “si hubiera sabido la repercusión de sus palabras” no las habría dicho.</strong></h4> Puente fue uno de los ministros elegidos por el Gobierno para hablar tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros, aprovechando la modificación de unas leyes de navegación y seguridad aérea, sabiendo que sería el blanco de las preguntas de los periodistas. Pero Puente, lejos de rectificar sus palabras, intentó justificarlas, recordando que las dijo en el marco de un acto en la Universidad de Salamanca ante una audiencia de 200 personas, y asegurando que si hubiera tenido "la mínima noción" de la "difusión y repercusión" que iban a tener no las habría pronunciado. Admitió el ministro que su “gran error” fue no haber pensado que lo que ocurrió podía ocurrir, pero dijo que “se ha sobreactuado muchísimo en este tema”. Puente señaló que “ha habido una preocupación tremenda por las relaciones entre España y Argentina", aunque se mostró seguro de que “más allá de las vicisitudes que atraviesen las relaciones entre los dos gobiernos, que serán a veces mejores, otras veces peores van a seguir siendo unas relaciones buenas, positivas, de colaboración, de cooperación" puesto que a los dos países les interesa. Sin querer comentar el comunicado de respuesta de la Oficina del presidente argentino, Puente recordó que el propio Gobierno de Buenos Aires dio el lunes por superado el incidente, y agregó: "Se ha acabado la historia ya, la actualidad política tiene suficientes alicientes como para que cambiemos todos de tercio y hablemos de otras cosas". Sin embargo, el PP insistió ayer en afirmar, por boca del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, que "en cualquier país democrático" Puente habría sido "cesado de forma inmediata". Agregó que "lamentablemente España no cumple los estándares democráticos de países de nuestro entorno y por eso Puente es el ministro favorito de Sánchez”. Según Tellado, Óscar Puente “es el difamador profesional, se dedica a caldear la escena política, a lanzar cortinas de humo". Además, lamentó “que el ministro Albares tampoco haya estado a la altura de las circunstancias".