<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La nueva embajadora de Venezuela en España, Gladys Gutiérrez Alvarado, ha presentado sus Copias de Estilo en el Ministerio de Asuntos Exteriores.</strong></h4> Gutiérrez Alvarado, que <strong>ocupa la vacante dejada a finales de febrero por Coromoto Godoy</strong>, tras ser nombrada viceministra de Asuntos Exteriores de Europa, acudió el pasado viernes al Ministerio español, donde fue recibida por la introductora de embajadores, <strong>María Sebastián de Erice.</strong> Gladys Gutiérrez Alvarado, una persona de <strong>plena confianza del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ya fue embajadora en nuestro país entre 2002 y 2005</strong>, tras haber ejercido durante algún tiempo como cónsul general de Venezuela en Madrid Tras esa primera estancia en España, Hugo Chávez, de quien había sido una de las defensoras en el juicio al que se le sometió tras el golpe de Estado frustrado de 1992, la nombró, <strong>en 2006, procuradora general de la República bolivariana.</strong> A finales de 2010 pasó a ser miembro de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. En 2013, tras la muerte de Chávez, <strong>Maduro la nombró presidenta del Supremo,</strong> un puesto que ocupó hasta 2017. En 2020 y 2021 fue <strong>rectora principal del Consejo Nacional Electoral</strong> y en 2022 <strong>volvió a ser nombrada presidenta del Tribunal Supremo</strong>, cargo en el que ha estado hasta el pasado mes de enero. Aunque deberá esperar todavía algún tiempo hasta que pueda hacer entrega de sus Cartas Credenciales al Rey, la presentación de las Copias de Estilo permite a Gutiérrez Alvarado embajadora comenzar su trabajo al frente de la Embajada, donde su predecesora estuvo menos de un año como embajadora, tras haber ejercido como encargada de Negocios desde diciembre de 2022. La llegada de Coromoto Godoy a la capital española, -y al propio tiempo la elevación del encargado de negocios de España en Venezuela, Ramón Santos, a la categoría de embajador- marcó el deshielo en las relaciones entre Madrid y Caracas, tras una época de tensiones bilaterales. Esa tensión se visibilizó con la salida en noviembre de 2020 del embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, para mostrar la disconformidad con algunas actuaciones del régimen bolivariano.