<h6><strong>Luis Ayllón</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno nombrará embajador en Marruecos al diplomático Enrique Ojeda, en sustitución de Ricardo Díez-Hochleitner, que lleva en el cargo ocho años y medio, según supo The Diplomat de fuentes solventes.</strong></h4> Díez-Hochleitner cumplió 70 años, la edad máxima de jubilación para los diplomáticos en junio del pasado año, pero el Ejecutivo decidió seguir manteniéndolo en el puesto, a pesar de que <strong>fue nombrado para el mismo en junio de 201</strong>5, por el Gobierno que entonces lideraba Mariano Rajoy, del Partido Popular. <strong>Un periodo de tiempo tan largo al frente de una Embajada es inusual para los usos diplomáticos españoles,</strong> pero las circunstancias llevaron al Gobierno de Pedro Sánchez a mantener a Díez-Hochleitner el puesto, ya que <strong>las relaciones con Marruecos pasaron por un momento de gran dificultad, en mayo de 2021,</strong> cuando Rabat llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, en protesta por la acogida dispensada por España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que fue tratado de Covid en un hospital de Logroño. La presencia en Rabat de Díez-Hochleitner, bien visto por el entorno de Mohamed VI, ayudó a calmar la tempestad, que terminó cuando, en marzo de 2022, el Gobierno dio un giro a la posición tradicional de España y respaldó la propuesta de autonomía de Marruecos para el antiguo territorio español. En esa situación, con Marruecos encantado por ese cambio de postura, tampoco se consideró oportuno el relevo del embajador, y ante la perspectiva de celebración en febrero de 2023 de una Reunión de Alto Nivel entre los dos países, Sánchez optó por mantener a Díez Hochleitner. Los procesos electorales que vinieron prácticamente imposibilitaron el cambio en los meses siguientes. Ahora, el Gobierno se dispone a enviar a Rabat a <strong>Enrique Ojeda un experimentado diplomático que, desde julio de 2021, es el director de Casa América, y que, anteriormente, fue embajador en Chile, en Bolivia y en El Salvador.</strong> Ojeda fue también durante cuatro años<strong>, entre 2004 y 2008, director de la Fundación Tres Culturas</strong>, un organismo creado en 1998 por el Gobierno de Andalucía y el Reino de Marruecos, y al que más tarde se unieron la Autoridad Palestina y el Centro Peres para la Paz y que promueve una variedad de encuentros y el diálogo entre pueblos, culturas y religiones del Mediterráneo. Tras su paso por la Fundación, Enrique Ojeda fue durante casi un año, secretario general de Acción Exterior de la Junta de Andalucía y, posteriormente, director general de Cooperación Autonómica en el Ministerio de Política Territorial. <h5></h5> <h5><strong>Sánchez-Benedito, a Irán</strong></h5> Además, las fuentes consultadas por <em>The Diplomat</em> indicaron que el Gobierno ya tiene s<strong>ustituto para el embajador español en Irán, Ángel Losada,</strong> que se jubiló el pasado mes de diciembre y que terminó su estancia en Teherán logrando la puesta en libertad del español Santiago Sánchez Cogedor, que se encontraba detenido en ese país desde hacía 15 meses. <strong>El nuevo embajador será Antonio Sánchez-Benedito</strong>, actual <strong>embajador en Misión Especial para el Sahel y que, con anterioridad, fue embajador de España en Etiopía y jefe de la Delegación Europea en Madagascar y en Mozambique.</strong> También ha sido subdirector general de África Subsahariana y ha ocupado las segundas jefaturas en las Embajadas de España en Angola, El Salvador y Mozambique. <h5><strong>Alonso Berrio, a Bulgaria y Clara Girbau, a Guatemala</strong></h5> Por otra parte, <em>The Diplomat</em> pudo saber que ya han sido solicitados los plácets para nombrar nuevos embajadores en algunos otros países, entre ellos, <strong>Bulgaria, a donde irá Miguel Alonso Berrio, actual director del Gabinete del secretario de Estado de la Unión Europea</strong>, y que sustituirá a Alejandro Polanco. Esta será la primera Embajada de Alonso Berrio, que tiene una amplia trayectoria en la Carrera Diplomática, en la que ingresó en 1994, y que le ha llevado a ser, entre otras cosas, subdirector general de Países de la UE, así como ‘número dos’ en las Embajadas de España en Viena, Praga y Bratislava. Finalmente, <strong>Clara Girbau será la nueva embajadora de España en Guatemala,</strong> en sustitución de José Laviña, quien este fin de semana participará en uno de sus últimos actos en el cargo, durante la toma de posesión del nuevo presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, a la que asistirá Su Majestad el Rey, acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Clara Girbau, diplomática desde 1998, se encuentra destinada actualmente en la Representación permanente de España en Bruselas, y ha sido embajadora en Misión Especial para el Fomento de las Políticas de Igualdad de Género y Conciliación y titular de la Unidad de Igualdad del Ministerio de Asuntos Exteriores. También ha estado destinada en la División de África del Oeste del Servicio Europeo de Acción Exterior y en las Embajadas de España en Mauritania y en Luxemburgo. Estos nombramientos de embajadores se unen a los ya conocidos para <a href="https://thediplomatinspain.com/2023/12/angeles-moreno-sera-la-nueva-embajadora-en-washington-y-fernandez-trigo-en-lisboa/">Washington, Pekín, Berlín, Lisboa, Viena Quito o Dakar</a>, entre otros, de los que ya <a href="https://thediplomatinspain.com/2023/12/aurora-mejia-sera-la-nueva-embajadora-de-espana-en-austria/">dio cuenta <em>The Diplomat</em>,</a> que se están materializando desde la toma de posesión del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, además de las designaciones de antiguos ministros para las representaciones permanentes en la ONU (Héctor Gómez) y en la Unesco (Miquel Iceta). Ante este reparto de Embajadas, no sólo de gran relieve, sino otras de menor nivel, ha surgido entre algunos diplomáticos una cierta inquietud sobre la eficacia de la convocatoria de un ‘embabombo’, -en el argot diplomático un concurso para postularse para alguna embajada-, que se esperaba para este mes de enero. Piensan, según las fuentes consultadas que esa convocatoria no tiene mucho sentido, si algunas Embajadas -y no sólo las grandes- en las que se producirán previsiblemente cambios este año, ya están siendo adjudicadas, sin esperar a que se produzca el proceso de petición de los aspirantes. En cualquier caso, se estima, que, dados los retrasos experimentados en los relevos, como consecuencia de la celebración de elecciones y el largo tiempo en que el Gobierno ha estado en funciones, en torno a medio centenar de Embajadas o más cambiarán de titular a lo largo de 2024.