The Diplomat
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamó ayer «una respuesta integral y eficaz» en Líbano tras la explosión que dejó más de 200 muertos y 6.000 heridos, el pasado 4 de agosto, en el puerto de Beirut «para pasar de la ayuda humanitaria a la recuperación».
Sánchez hizo su llamamiento al intervenir en la Conferencia Internacional en Apoyo a la Población Libanesa sobre la explosión, un foro convocado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y que contó con la participación de dirigentes de 32 países y 17 organizaciones internacionales.
La reunión hizo balance de la distribución de la ayuda ofrecida por la comunidad internacional en la conferencia internacional que se celebró cuatro días después de la explosión y en la que fueron cerca de 300 millones de dólares (casi 252 millones de euros).
Durante su intervención, Sánchez pidió también «una investigación independiente, imparcial y transparente» sobre la causa de las explosiones «para identificar a los responsables y luchar contra la impunidad». Varias personas han sido arrestadas en relación a la explosión, incluidos los jefes del puerto y las autoridades locales.
«El pueblo libanés merece este tipo de respuesta», añadió Sánchez, quien resaltó que es «un modelo ejemplar de coexistencia entre creencias religiosas y ha mostrado una gran solidaridad al proporcionar asilo a los refugiados sirios».
El jefe del Ejecutivo incidió en la necesidad de una nueva etapa política en el país. «Para combatir el difícil contexto actual, Líbano también debe esforzarse por la rápida formación de un gobierno capaz de implementar una ‘hoja de ruta’ integral de reformas», señaló.
Sánchez anunció que España ha puesto en marcha un proyecto educativo «para ayudar a los niños afectados por la explosión, con la construcción de una escuela totalmente equipada». Entre las 300.000 personas que qu3edaron sin hogar hay unos 100.000 niños.
España, que ya respondió de manera inmediata a la petición que hizo la Cruz Roja libanesa en agosto enviando ayuda de emergencia, es un importante contribuyente de tropas a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU al sur del país. Esta aportación a la estabilidad de la región, con 610 efectivos, representa nuestro mayor despliegue en el exterior.
Fruto de este compromiso, tras la explosión de agosto, España envió suministros médicos, medicinas, «equipos de cobijo» para la población, alimentos y desplazó a un equipo de rescate.
Otra contribución clave es el apoyo de España para que Líbano forme parte del Programa Masar («camino», en árabe) de la AECID, un proyecto de acompañamiento en el Mundo árabe, en el ámbito de gobernanza democrática, en diálogo con las autoridades, y en vertientes como el género y el agua.