The Diplomat
La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, reiteró ayer en el Senado que la política del Gobierno está marcada por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Gallach respondió así durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, en relación con el posicionamiento del vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, en varias cuestiones de política exterior, como Venezuela o el Sáhara Occidental.
Según la secretaria de Estado, el Gobierno ha demostrado que es “capaz de hablar con todos” los actores involucrados y, “en los momentos más difíciles, pasa los mensajes y actúa”. “En ningún momento dejamos de decir lo que pensamos y, además, actuamos”, añadió.
Ejemplo de ello, recordó, es la decisión del Ejecutivo de rebajar la máxima representación diplomática en Caracas de embajador a encargado de negocios, una medida que “manda un mensaje”: que el Gobierno español “no reconoce al régimen de Nicolás Maduro”. De la misma forma, reiteró, España tampoco reconoce las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Venezuela porque “no garantizan los principios básicos democráticos que deben de tener”.
Durante su intervención, Cristina Gallach anunció que el Gobierno desea “normalizar y reequilibrar” la relación bilateral con Cuba y “dotarla de mayor contenido”, pese a que “existen persistentes y sustantivas diferencias en lo relativo a los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Asimismo, defendió la vía del diálogo en Nicaragua para emprender una reforma electoral con la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo cual requiere “la participación de todos los actores políticas implicados hasta llegar a unas elecciones, justas, libres y transparentes”. “Hay que admitir que no estamos avanzando de la manera que queríamos, pero no por ello no debemos pensar que no es posible”, añadió Gallach, quien calificó de “inaceptables” las violaciones de derechos humanos.
Durante su réplica, el senador Gonzalo Robles, del PP, denunció que Pablo Iglesias ha interferido en asuntos del Gobierno que no son de su incumbencia y que habitualmente son objeto de consenso. “Nosotros no vamos a romper el consenso en política exterior, pero pedimos al Gobierno que tampoco lo haga”, manifestó. “Los versos sueltos pueden dar muchos disgustos”, tanto en las relaciones con Iberoamérica como en el contencioso del Sáhara Occidental, “un tema extremadamente sensible en las relaciones con Marruecos y que tiene una implicación muy directa en las crisis migratorias”, advirtió Robles.