<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se trasladará hoy a Roma para participar en el Foro Hispano-Italiano, que se celebrará mañana y que servirá para preparar la cumbre bilateral del próximo 25 de noviembre.</strong></h4> González Laya llegará esta noche a la capital italiana, donde mañana participará, junto a su homólogo italiano, <strong>Luigi Di Maio</strong>, en la apertura y en las sesiones del Foro Hispano-italiano. Posteriormente, la jefe de la diplomacia española se reunirá <strong>con el secretario de Estado del Vaticano para Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher</strong>, asistirá a la clausura del Foro Hispano Italiano y se reunirá, previsiblemente, con <strong>el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu</strong>, según indicaron fuentes diplomáticas, que no pudieron aportar más detalles sobre estas reuniones bilaterales. El Foro Hispano-Italiano, organizado por la CEOE, por parte española, y la Fundación AREL por parte italiana, es un encuentro de carácter claramente económico y empresarial, lo que no impedirá que González Laya y Di Maio aprovechen el encuentro para sentar las bases de <strong>la próxima cumbre bilateral del 25 de noviembre</strong>, en la que se abordarán temas “troncales” para los dos países en el seno de la UE, como la Vecindad Sur, la recuperación económica tras el COVID-19, la crisis en Libia o la situación en el Mediterráneo Oriental. La última vez que se reunió el Foro fue en noviembre de 2018 en Madrid, por lo que en esta ocasión tocaba organizarlo en Italia. Aquel foro, en el que participaron los entonces ministros de Asuntos Exteriores, Josep Borrell y Enzo Moavero Milanesi, se celebró en medio de un ambiente político muy diferente al actual, después de que el entonces ministro italiano del Interior, el utraderechista <strong>Matteo Salvini,</strong> acusara a España de “favorecer una inmigración fuera de control”. Las relaciones entre los dos países han cambiado mucho en estos dos años y, en la actualidad<strong>, los Gobiernos de Pedro Sánchez y Giuseppe Conte han mostrado en los últimos meses una gran sintonía en numerosos temas</strong>, sobre todo desde el estallido de la pandemia del COVID-19, que ha sido particularmente dura con los dos países desde el primer momento. Sánchez y Conte fueron y siguen siendo muy activos en las negociaciones sobre <strong>el Fondo Europeo de Recuperación y el Marco Financiero Plurianual (MFP)</strong>, al principio para conseguir un acuerdo satisfactorio frente a la oposición de los llamados <em>países frugales</em> (Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria), y en la actualidad para conseguir su aprobación definitiva antes del 1 de enero. España e Italia también han sido muy activas en la defensa de un <strong>pacto migratorio europeo</strong> que descargue de presión a los países de “primera frontera”, pero de momento se han debido conformar con un nuevo acuerdo de asilo y migración de la Comisión Europea que no incluye un sistema de cuotas obligatorias para la distribución de refugiados y se limita a establecer un método “flexible y voluntario” para el “reparto equitativo de la responsabilidad y la solidaridad”. En cuanto a la <strong>Vecindad Sur</strong>, se da la circunstancia de que la próxima cumbre bilateral se celebrará justo un día antes de que Barcelona acoja la reunión ministerial entre la UE y los países del Mediterráneo meridional, en la víspera del 25 aniversario de la Declaración de Barcelona que representó el primer paso para la creación de la Unión por el Mediterráneo (UpM). Otro asunto de interés para los dos países es la crisis de <strong>Libia</strong>. El pasado 8 de septiembre, González Laya y Di Maio defendieron en Milán la consolidación del alto el fuego y advirtieron de que “no hay tiempo que perder” para una solución política “sin injerencias externas”.