<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4></h4> <h4><strong>El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comenzó anoche una visita oficial a Argelia, en la que está acompañado por representantes de un grupo de empresas españolas con intereses en el país -entre ellas, Naturgy-, en un momento en que se trata de lograr una reducción de los precios gas argelino.</strong></h4> Anoche, el presidente de Argelia, <strong>Abdelmadjid Tebounne</strong>, ofreció una cena a Sánchez en la que se habló de las cuestiones energéticas, que junto con las relativas la migración, la seguridad y la lucha contra el terrorismo constituyen los ejes de la visita. El desplazamiento de Sánchez iba a haber tenido lugar en abril con la intención de preparar la Reunión bilateral de Alto Nivel para el segundo semestre de este año, pero la pandemia del COVID-19 lo impidió. Para hoy, el jefe del Ejecutivo, tiene en su agenda, una reunión con el primer ministro argelino, <strong>Abdelaziz Djerad</strong>, y la participación en un encuentro empresarial con compañías argelinas y españolas que operan en el país, entre las que están, además de <strong>Naturgy, Indra, Técnicas Reunidas, Abengoa, Duro Felguera, Seat o Dulcesol.</strong> Uno de los asuntos de mayor interés para los dos países, es el suministro del gas argelino a España y concretamente las negociaciones que mantienen Naturgy y su socio, la compañía estatal argelina Sonatrach, para revisar sus contratos y adecuarlos a la situación actual, con el objetivo fundamental de lograr una reducción del precio. Argelia es el principal suministrador de gas natural a España, a través de dos gasoductos, aunque últimamente se ha reducido hasta el 25%, porque la caída de los precios ha hecho más atractivo el gas natural licuado, que llega en buques. Pero este aspecto económico, se une a otros que dan un carácter estratégico a la relación con Argelia. Así sucede con la política migratoria y las cuestiones de seguridad. Según declaró hace menos de un mes la ministra de Exteriores, <strong>Arancha González Laya</strong>, en lo que va de año se ha multiplicado por cinco la llegada a España de inmigrantes procedentes de Argelia. Hace sólo dos meses visitó Argelia el ministro del Interior, <strong>Fernando Grande-Marlaska</strong>, en un momento de tensión en la frontera sur del país, un amplio territorio desértico que se ha convertido en una de las principales rutas de la migración irregular subsahariana y en la que actúan con facilidad mafias dedicadas igualmente al tráfico ilegal de armas y combustible y organizaciones yihadistas.