<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno español ha advertido de que el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalny supone una “quiebra inaceptable del Derecho Internacional”.</strong></h4> El pasado miércoles, el Gobierno alemán aseguró que un análisis elaborado por las Fuerzas Armadas germanas sobre las muestras tomadas a Navalny en el hospital Charité de Berlín había encontrado “pruebas inequívocas del suministro de un agente nervioso del grupo Novichok” –desarrollado por la Unión Soviética y posteriormente por Rusia- al dirigente opositor ruso. Navalny se encuentra en la capital alemana desde el pasado 22 de agosto, cuando fue trasladado en un avión medicalizado por una ONG desde la ciudad rusa de Omsk. El líder opositor había sido ingresado dos días antes en un hospital de esta localidad de Siberia, en estado de coma, después de sentirse mal durante un vuelo entre Siberia y Moscú. Pese a que su portavoz, Kira Yarmish, aseguró que había sido envenenado en el aeropuerto de salida, los médicos de Omsk atribuyeron el malestar a un “trastorno metabólico” causado por una fuerte caída del azúcar en la sangre. Desde el 24 de agosto se encuentra en coma inducido. <strong>“En relación con el envenenamiento del político ruso Aleksei Navalny, y a la luz de la información hecha pública por el Gobierno de Alemania, España espera una investigación exhaustiva de estos hechos por parte de Rusia y el enjuiciamiento de los responsables”</strong>, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores español en la noche del miércoles a través de su cuenta de Twitter. <strong>“El uso de agentes químicos supone una quiebra inaceptable del Derecho Internacional”</strong>, añadió. Por su parte, <strong>el alto representante de Política Exterior de la UE y ex ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell</strong>, ha asegurado que la Unión Europea “condena en los términos más enérgicos posibles” el envenenamiento de Navalny y ha recordado que “el uso de armas químicas, bajo cualquier circunstancia, es absolutamente inaceptable y viola el Derecho Internacional”. Por ello, Borrell considera “esencial” que el Gobierno ruso “investigue a fondo y con transparencia el intento de asesinato de Navalny”, cuyo caso “no puede quedar sin resolver”, y que “los responsables sean llevados ante la justicia”. “La Unión Europea va a seguir de cerca este caso y va a discutir sobre sus implicaciones”, ha añadido.