<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> Aunque lo normal es que los embajadores extranjeros en España permanezcan en sus puestos entre tres y cuatro años, siempre se producen excepciones, tanto porque son relevados antes, como porque sus Gobiernos deciden mantener durante más tiempo su acreditación en nuestro país. Estos son los que más tiempo llevan en España. El decano del Cuerpo Diplomático en España es, por tradición, el<strong> Nuncio de Su Santidad</strong>, incluso llevando muy poco tiempo en Madrid, como es el caso del actual,<strong> Monseñor Bernardito Auza</strong>, que llegó el pasado mes de enero. Pero, en cuanto a tiempo en España, los más veteranos son el embajador de la <strong>Orden de Malta, Jean Marrie Musy</strong>, que lo es desde septiembre de 2003; y el <strong>jefe de la Misión de Palestina en Madrid, Musa Odeh</strong>, que ostenta la representación palestina desde diciembre de 2005 y que, desde septiembre de 2010, tiene rango de embajador. Por su parte, <strong>Norman García Paz, embajador de Honduras</strong>, que llegó a España en enero de 2011, es el<strong> decano de los embajadores iberooamericanos,</strong> con una gran diferencia de tiempo desde su nombramiento con respecto al resto de sus colegas de la región. Sólo <strong>Francisco Bustillo</strong> se le aproximaba, pues llegó como embajador de Uruguay en enero de 2013, pero hace mes y medio dejó el puesto tras ser nombrado ministro de Asuntos Exteriores de su país. Ahora, <strong>el segundo embajador más veterano entre los de América Latina es el representante de Venezuela, Mario Isea</strong>, que comenzó su misión en enero de 2014, meses después de la llegada al poder de <strong>Nicolás Maduro.</strong> <strong>El embajador de Rusia, Yuri Korchagin</strong>, es otro de los que más tiempo llevan en España, ya que fu nombrado en junio de 2012, con lo que ha superado ya los ocho años de permanencia en el puesto. Más o menos el mismo tiempo llevan en nuestro país el <strong>embajador de Arabia Saudí, el príncipe Mansour Bin Khalid Alfahan Al Saud</strong>, que llegó en el mismo mes que su colega ruso, pero que podría estar próximo a un relevo; y <strong>el embajador de Guinea Bissau, Paulo da Silva</strong>, también con más de ocho años en el puesto. Y más de seis años -desde mediados de 2014- llevan al frente de sus respectivas representaciones diplomáticas, la <strong>embajadora de Omán, Kifaya Khamis M. Al Raisi;</strong> y el <strong>embajador de Mozambique, José Antonio Alberto Matsinha.</strong> Además, con un largo periodo de acreditación en España hay que contar a otros embajadores que no tienen su residencia en Madrid, sino en otras capitales cercanas. Es el caso del <strong>embajador de Botswana, Roy Warren Blackbeard,</strong> que vive en Londres desde 2012; o de un grupo de embajadores acreditados en 2014, en concreto, los de <strong>Singapur, Barry Deskr</strong>, (que residen en Bruselas); de <strong>Ruanda, Jacques Kabale Nyangezi</strong> (en Bruselas); de <strong>Togo, Calixte Batossie Madjoulba</strong> (París); de <strong>Benín, Jules-Armand Aniamboussou</strong> (París); de S<strong>amoa, Fatumanava Dr. Pao´lelei Luteru</strong> (Bruselas); y de <strong>Uganda, Nimisha Jayant Madhavani</strong> (París).