<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, afirmó ayer que, "con la adopción del gran fondo de recuperación" contra la crisis del COVID-19, Europa ha lanzado el mensaje de que se siente "fuerte y convencida" en la "empresa" de la "necesaria" reforma de las Naciones Unidas.</strong></h4> Arancha González Laya hizo esta reflexión durante el solemne acto organizado ayer por la Diputación Foral de Guipúzcoa en San Sebastián para conmemorar el centenario de la histórica reunión que el Consejo de la Sociedad de Naciones celebró hace un siglo en la capital donostiarra, informa<em> Efe</em> El año 1920 cuando este organismo, precursor de la ONU y fundado tan sólo un año antes por el Tratado de Versalles en el contexto del final de la I Guerra Mundial, decidió reunirse en una ciudad como San Sebastián, que no había sido tocada por la guerra, para preparar su primera Asamblea General que ese mismo año iba a tener lugar en Suiza. Su Consejo Ejecutivo estaba formado tan sólo por ocho países: Francia, el Reino Unido, Italia y Japón, como miembros permanentes, y Bélgica, Brasil, Grecia y España, como no permanentes, y le correspondió a este último presidir la primera sesión por ser el anfitrión. El lugar elegido fue el Palacio Foral de San Sebastián, que hoy ha vuelto a contar con la presencia de varios de aquellos países como Bélgica, Brasil, Francia, Italia y también Noruega, representados por sus cónsules. En su intervención, la ministra elogió la apuesta por el "multilateralismo" que supuso la Sociedad de Naciones, a pesar de que no logró evitar la Segunda Guerra mundial. González Laya explicó que en la actualidad, con la crisis del COVID-19, nos encontramos ante "una nueva encrucijada del multilateralismo" aunque, según dijo, "con la experiencia de la Sociedad de Naciones ya sabemos que no podemos fracasar" porque "el coste para el mundo de un fracaso simplemente no sería hoy asumible". Por este motivo, abogó por "emprender una modernización ligada a la reconstrucción 'postCOVID" y que constituye "una senda que también tienen que recorrer hoy las Naciones Unidas". "Su reforma sigue siendo hoy necesaria, pero en esta empresa Europa se puede sentir fuerte y convencida para hacerlo. Éste es el mensaje que hemos lanzado desde la UE con la adopción del gran fondo de recuperación la semana pasada", recalcó. "Es una señal a los ciudadanos y a las empresas de Europa de que les vamos a proteger. Pero es también una señal al mundo de que Europa quiere ser un actor geopolítico relevante y de que se va a tomar en serio impulsar una nueva reforma del multilateralismo", concluyó.