<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>El Gobierno británico anunció ayer que, a partir del próximo 10 de julio, los pasajeros que viajen a Inglaterra desde España y otros países europeos ya no tendrán que cumplir las dos semanas de cuarentena. Aparte, el Foreign Office incluyó ayer a España en una lista de países seguros en los que ya no desaconseja realizar viajes que no sean esenciales.</strong></h4> En un comunicado facilitado por la Embajada del Reino Unido en Madrid, <strong>el Departamento de Transportes </strong>precisó ayer que el levantamiento de la cuarentena beneficiará a los pasajeros que visiten o regresen a Inglaterra desde países que presentan un riesgo reducido para la salud de los ciudadanos británicos, como <strong>España, Francia, Alemania e Italia</strong>. La única excepción será para aquellos pasajeros de estos países que hayan visitado países no exentos durante las dos semanas anteriores a su llegada a Inglaterra desde el 10 de julio. Las autoridades de <strong>Escocia, Gales e Irlanda del Norte</strong> establecerán sus propias exenciones, por lo que los viajeros que se dirijan a estos tres destinos deberán asegurarse de que cumplen con los requisitos necesarios. El Departamento de Transportes es un órgano dependiente de la Secretaría de Estado de Transportes encargado de gestionar esta materia fundamentalmente en Inglaterra. En todo caso, se mantiene el requisito de que todos los pasajeros, excepto los incluidos en una pequeña lista de exenciones, proporcionen información de contacto al llegar al Reino Unido. La lista de países y territorios exentos se mantendrá bajo revisión constante. La cuarentena fue decretada por el Reino Unido el pasado 8 de junio para todas las personas que entren en el país. Por otra parte, el <strong>Ministerio británico de Asuntos Exteriores</strong> (Foreign Office, FCO) actualizó ayer sus recomendaciones de viaje, en la que se aconseja no realizar desplazamientos internacionales salvo que sean esenciales. A partir de hoy, sábado 4 de julio, estas recomendaciones no afectarán a una serie de países que ya no suponen un riesgo inaceptablemente alto de COVID-19, entre los que figuran España y la mayoría de los Estados miembros de la UE.