<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Los mecanismos de solución de conflictos en materia comercial y de inversiones juegan un especialmente importante para las empresas iberoamericanas, especialmente en el actual contexto de la crisis generada por la pandemia del COVID-19.</strong></h4> Alrededor de 150 expertos empresariales y de la administración pública de más de 20 países de Iberoamérica analizaron este tema el pasado 1 de julio durante el encuentro virtual <em>Miramos hacia adelante. Las empresas iberoamericanas ante los conflictos. Negociación, mediación y arbitraje,</em> organizado por <strong>el Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR), el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE).</strong> Durante la inauguración, <strong>el secretario permanente del CEIB, Narciso Casado</strong>, afirmó que “un buen sistema de resolución de conflictos dota de seguridad a inversores y comerciantes, mediante la oportunidad de resolver con celeridad las diferencias, tensiones y disputas que puedan surgir”. Por ello, prosiguió, era necesario dotar a Iberoamérica de un mecanismo propio que facilitara que los conflictos no los resolvieran otros árbitros externos, y para ello nació CIAR, “un centro que ofrece un mecanismo ágil, muy poco burocratizado y que incluye un amplio equipo de árbitros de la Región designados con total transparencia” y al que pertenece la CEOE desde sus orígenes. Precisamente, <strong>el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi</strong>, afirmó durante el encuentro que el proyecto CIAR surgió con el único propósito de dotar a las empresas iberoamericanas de una herramienta de calidad, rápida, económica, práctica y profesional, con la que poder resolver los conflictos surgidos en el contexto del comercio y de las inversiones internacionales. Cerca de cien instituciones de toda Iberoamérica forman parte de CIAR, incluidas las 24 organizaciones empresariales más representativas de Iberoamérica, España, Portugal y Andorra. Por su parte, <strong>la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan</strong>, hizo hincapié en que el primer semestre de 2020 ha sido muy duro a ambos lados del Atlántico, donde se ha podido ver una contracción global de la economía sin precedentes. Por ello, afirmó, es imprescindible encontrar la mejor salida posible para resolver los conflictos y desacuerdos que van a surgir inevitablemente debido a la difícil situación. “Hay que reivindicar el diálogo, la confianza, la unión y la seguridad jurídica para evitar contenciosos y tratar de resolver los problemas de una manera amistosa”, declaró. El <strong>presidente del CIAR, Luis Martí</strong>, explicó que, de la misma manera que los empresarios y sus organizaciones son los protagonistas de la libertad de comercio y de inversión, los abogados y los juristas son los protagonistas de la libertad de defensa y del derecho a un juicio justo, y ambos colectivos se percataron de que era necesario potenciar el arbitraje en Iberoamérica y crearon, por ello, el Centro Iberoamericano de Arbitraje. “El objetivo es resolver las contiendas y conflictos que nacen en el comercio transfronterizo iberoamericano, entre iberoamericanos y para iberoamericanos”, concluyó. Por otra parte, <strong>la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez</strong>, advirtió de que la seguridad jurídica debe ser la base de todas las inversiones y, por ello, es muy importante seguir trabajando en materia de resolución de conflictos para poder reforzar los flujos de inversión y lograr una recuperación sólida y sostenida. El arbitraje internacional, aseguró, es el método más utilizado actualmente por su amplio alcance, agilidad, menor coste, flexibilidad y confidencialidad, y en el ámbito iberoamericano, añadió, CIAR es una referencia desde hace ya ocho años para poner a disposición de las empresas un sistema eficaz de solución de controversias.