<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, reclamó ayer en el Senado “la construcción de un consenso nacional” que ayude a reforzar la voz de España “en Europa y en el mundo”, en especial ante los grandes retos generados por la pandemia del COVID.</strong></h4> “Si hablamos con una sola voz, será más oída y más respetada cuando queramos defender nuestras posiciones fuera de nuestras fronteras”, afirmó la ministra durante una comparecencia en <strong>la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado </strong>para presentar las prioridades de su departamento. Por ello, <strong>“es hora de dejar de lado pequeñeces y mezquindades, y construir un consenso nacional que nos ayude a enfrentarnos al futuro con fuerza”</strong>, prosiguió la ministra. A juicio de González Laya, el grado de cohesión dentro de España “determinara nuestra capacidad de influir en Europa y en el mundo”. Un ejemplo de ello, precisó, se produjo el pasado 15 de mayo, cuando el Parlamento Europeo aprobó la creación de un fondo de recuperación económica tras la pandemia. En aquella votación, recordó, todas las fuerzas políticas españolas, salvo Vox, llegaron a un consenso sin el cual “no habríamos llegado tan lejos”. Por otra parte, la ministra de Asuntos Exteriores afirmó en la Cámara Alta que la actual crisis sanitaria del COVID-19 es un ejemplo de la importancia de <strong>reforzar el multilateralismo, la cooperación y la gobernanza internacional. “Antes era una necesidad y hoy es una urgencia”</strong>, declaró. Asimismo, prosiguió, la pandemia también ha puesto de manifiesto <strong>la necesidad de dotar a la UE de una mayor autonomía estratégica</strong> porque de ello dependerá su capacidad para “marcar el rumbo de los asuntos globales y no ser un mero apéndice de otros, de sus deseos y voluntades”. En el mismo sentido, la ministra advirtió de que <strong>es “esencial” que la Europa encuentre una “salida rápida y solidaria” de la crisis de acuerdo con las propuestas de España</strong>, basadas en un fondo de recuperación "robusto" que facilite transferencias a los países y sectores más afectados.